El primer punto referencial que viene a la mente de los turistas al escuchar hablar de Manta es la playa de El Murciélago. Es el lugar más visitado de la ciudad. Durante los fines de semana o feriados, es normal ver buses llenos de visitantes arribando hasta la entrada del balneario. Está ubicada en el centro de la ciudad. Es dueña de un amplio horizonte marino, que tiene alrededor de 3 kilómetros de dimensión. El malecón escénico, construido en 1997, incluye restaurantes, espacios de deporte, mercados de artesanías y otros lugares para diversión y relajación.

A lo largo de la playa se aprecian las diversas edificaciones de la ciudad. Cerca del balneario están ubicados bancos y el área comercial de la localidad. Es una playa tranquila y acogedora para el bañista, en la que prima la seguridad. Las torres de salvavidas ubicadas en el sitio son utilizadas para colocar las banderas que alertan a las personas sobre el estado del mar. Si es de color verde, se puede ingresar al agua, sin olvidar que hay que tomar las debidas precauciones. En días de aguaje o cuando el mar está bravo, la bandera es roja. Esa es la señal de prohibición de ingreso para los bañistas.

El Murciélago también es escenario para la práctica de diferentes deportes extremos como: surf, tabla vela, buceo y pesca deportiva. “La playa no solo es un sitio muy concurrido durante el día. Una vez caído el sol, el lugar acapara la atención de muchas personas que salen en busca de la farra cerca del mar”, destaca Pablo Salazar, mantense que acude periódicamente al sitio.
Los turistas también pueden apreciar nidos de tortugas en El Murciélago. Estos espacios son protegidos por el Ministerio del Ambiente, entidad que crea un cerco de protección para que los visitantes no alteren el proceso de crecimiento y eclosión.

Una de las actividades que el Departamento de Turismo del Municipio de Manta busca potenciar es el avistamiento de ballenas, proyecto encaminado a aumentar el turismo local. La temporada para observar a estos mamíferos marinos es entre junio y octubre.

Los meses en los que un mayor número de turistas acude a Manta es entre febrero y abril, cuando los estudiantes en el régimen Costa está en vacaciones. Lo mismo sucede con la Sierra, entre junio y agosto. Los feriados más esperados por quienes realizan comercio y ofrecen atención a los turistas en la localidad son carnaval, Semana Santa y las fiestas de noviembre (Día de los Difuntos, fiestas de Cuenca y fiestas de cantonización de Manta).

“Estamos a disposición de los turistas”, indica Juan Zambrano, dueño de una lancha que realiza paseos en la costa. Cobra a quienes quieran disfrutar del mar $ 3 por un recorrido de 45 minutos. Ahí, las personas conocen el puerto principal desde el mar; pueden observar pelícanos, gaviotas, caracoles y cangrejos. En la ruta, un guía cuenta detalles sobre la ciudad puerto. Entre las playas principales de Manta, además de El Murciélago están: Tarqui, Los Esteros, Barbasquillo, Piedra Larga, San Mateo, La Tiñosa, Santa Marianita, Ligüiqui, San Lorenzo, Las Piñas y Santa Rosa.

Además, hay balnearios poco conocidos por los turistas como El Abra, Jarorana, Ostional, Piedra La Vaca, Punta Cangrejo, Hueso de Ballena, Playa Virgen y La Resbalosa. Santa Marianita es una playa localizada a 15 minutos desde el centro de Manta. Cuenta con colinas de altura media y cimas alargadas, constituidas por areniscas limosas de grano medio fino. Esta localidad cuenta con hoteles, restaurantes y hasta con escuelas en las que dan clases de kitesurf y surf.

En Tarqui, los amantes de los deportes pueden practicar en la arena voleibol y fútbol. En la localidad hay diversos restaurantes. “Nada mejor que comerse un camotillo frito al pie del mar”, comentó Fernando García, quien viajó días atrás hasta la ciudad puerto desde Machala. “La comida de Manta es la mejor. Está el ceviche, pescado apanado, sopas marineras, chicharrón de pescado y un sinnúmero de delicias”.

En los alrededores de esta playa se pueden encontrar pelícanos, garzas blancas, gaviotas, fragatas, caracoles y cangrejos, entre otras especies. En cuanto a flora, se encuentran principalmente palmeras. El Tarqui está el Parque del Marisco, que es un conjunto de restaurantes construidos y decorados con estilo rústico. Pocos metros en dirección a Los Esteros está el Astillero, lugar en el que se puede observar la forma tradicional de construcción de los barcos de pesca.

Comercio en las playas

Una de las actividades que más llama la atención de los turistas es la venta y elaboración de las artesanías de tagua. Hay alrededor de 10 tiendas en El Murciélago donde se pueden adquirir estas piezas.

Eduardo Ramírez es uno de los comerciantes del lugar. Aprendió este oficio de su padre desde hace más de 30 años, de los cuales hace 15 decidió abrir un negocio en la playa. Ramírez indica que el turismo ha crecido. Asegura que su negocio se ha incrementado de a poco con la llegada de cruceros al puerto. “Los extranjeros aprecian más las artesanías. Los objetos que más compran son llaveros, aretes y pulseras”. (I)