Estas agresiones se ven reflejadas en el rendimiento estudiantil
El bullying atenta contra la juventud
El acoso escolar o también llamado bullying es una forma de maltrato que puede ser psicológico, verbal o físico, producido por los compañeros en el aula o en el patio de los centros educativos o algunas veces en las redes sociales.
Las víctimas de este tipo de maltrato, generalmente, son niños y niñas que van entrando a la etapa de la adolescencia o jóvenes tímidos.
El autor de la violencia es más fuerte que la víctima y ejerce poder sobre un grupo, por lo que el maltratado no se puede defender.
En ciertas ocasiones buscan causar en la víctima aislamiento social y marginación. Prohiben al grupo jugar con las víctimas. Buscan, además, que estas no tengan ningún método de comunicación e interacción con otras personas.
Una de las características de la víctima es que muestra desinterés por asistir a clases, no acude a excursiones, no sale con sus amigos, usa diversas excusas como enfermedad y no tiene actividad con sus amigos en su tiempo de ocio.
La consecuencia más evidente en ambos lados, víctimas y agresores, suele ser la disminución del rendimiento escolar, junto con un cambio en el comportamiento habitual.
Una prevención sería que los padres dialoguen con sus hijos, que les pregunten cómo les fue en la unidad educativa o centro de enseñanza, de esta manera se podrá detectar si el niño/ adolescente está sufriendo algún tipo de acoso.
Los maltratos de este tipo se evidencian también en las redes sociales; ahí el fenómeno es conocido como cyberbullying y suele ser más agresivo, ya que muchas veces no es solo un agresor, sino que se juntan personas para hacer daño a sus víctimas.