Agrupación ha rendido homenaje a los más célebres poetas, entre ellos José María Egas y Hugo Mayo
El arte de la localidad tuvo un giro con la aparición del Grupo Cultural Manta
Corría la década de los sesenta y Manta era una ciudad pujante, en crecimiento. Se construía el puerto, con el que la localidad iba a tener un desarrollo fantástico. Por su parte, el panorama cultural, en 1965, tenía acentos deprimentes. Los estudiantes de los colegios se marchaban a otras ciudades, una vez concluido su bachillerato, y se encontraban con otras perspectivas y con un bagaje incipiente de elementos estéticos que les impedían comprender y participar dentro de la vida activa de esos centros superiores. Esta realidad fue el tema de una conversación entre Eloy Loor, Carlos Hernández y Viliulfo Cedeño. La idea fue analizada profundamente.
En uno de estos encuentros se convocó a una serie de personas, entre ellas Josefa Mendoza de Mora, quien luego de pensar sobre la proyección de la idea se decidió a colaborar, a dar parte de su vida al logro de los propósitos culturales.
Luego de la motivación necesaria se formuló una invitación para tener la primera reunión constitutiva en casa de Mendoza de Mora, la noche del 9 de septiembre de 1965, con la presencia de los siguientes miembros de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Manabí: Ángel Amén Palma, presidente; Natividad Robles de Mendoza, Horacio Hidrovo y Manuel Andrade. Así nace el Grupo Cultural Manta, ante la necesidad de darle un giro a la ciudad en el campo cultural.
De esta institución hay 2 grandes reseñas, la realizada por Viliulfo Cedeño, uno de los fundadores y expresidentes. La escribió al cumplir 15 años de vida institucional. También está el libro Grupo Cultural Manta. 40 años. Bodas de Rubí. 1965-2005 publicado por Vicente Cuesta Ordóñez.
“La ciudad de Manta, a lo largo de su historia cultural y artística, ha tenido épocas brillantes, lo que permitió la estructuración de grupos teatrales, conjuntos musicales, periódicos y revistas literarias, etc., como también la presentación de compañías y actos de alta calidad artística y cultural”.
Mas todo ese movimiento que es una consecuencia de lo que sucedía en Guayaquil y Quito, se detuvo de pronto, y solo las pocas escuelas que había entonces se encargaban de realizar presentaciones llenas más de buena voluntad que de rasgos y acentos artísticos. Y entre ellos el que más se destacó fue el Colegio Stella Maris que, con la Madre María Eugenia, llegó a brindar veladas de alta jerarquía.
Pero todo lo que se hacía era transitorio. Era fugaz. Ningún organismo tomaba a su cargo y con seriedad el despertar de inquietudes y el motivar de espíritus. Aparecieron Grupos Culturales y de trabajo pero su vida fue corta, su acción insignificante, frente al desarrollo que iba tomando la ciudad.
La señora Mendoza de Mora, primera presidente de la entidad, señaló que el objetivo fundamental de este acto era tomar conciencia de la realidad cultural de la ciudad, que permita la unificación de los valores representativos y la formación de un grupo que se encargue de tan importante actividad. De su parte, Viliulfo Cedeño expuso lo que Manta había tenido en los años pasados y el decrecimiento en materia cultural y artística, a pesar de que sí existen valores con mayor experiencia y capacidad, y terminó sugiriendo la necesidad de organizar un Directorio provisional, que se encargue de redactar los Estatutos y los lineamientos generales que deberá tener la organización.
Para Aníbal Ramírez “era necesaria la organización de un Centro Cultural que permita el diálogo entre los hombres y el desarrollo espiritual de este cantón”.
Othón Manrique al tomar la palabra dijo que después de haberse escuchado diversidad de opiniones, creía del caso sugerir que se proceda a nombrar el Directorio provisional, por lo que propuso como candidato a la presidencia a Josefa Mendoza de Mora.
Jorge Cevallos, después de señalar la importancia histórica de esta reunión, solicitó que antes de proceder a elegir al directorio se resuelva designarle un nombre a esta agrupación, para luego, por consecuencia lógica, elegir dignidades.
Era el remanente de una ciudad joven, de una ciudad nueva y anhelosa de cambios, en la que surgió en 1965 un grupo de cruzados del ideal, amantes de la cultura, es decir, de la afición por los elementos espirituales que perfeccionan el entendimiento de la belleza en sus amplias manifestaciones; las cualidades morales que robustecen la voluntad, las artes clásicas que exaltan el sentimiento estético, todo lo que la educación agrega a la naturaleza del hombre para perfeccionarlo en lo intelectual y social.
Desde aquel entonces, el Grupo Cultural Manta ha sido parte de todos los actos culturales más significativos dentro de la historia del cantón. Ha presentado veladas artísticas de gran calidad, ha promovido concursos literarios, de fotografía, de pintura, etc.
Ha traído escritores y artistas de primer orden en el concierto nacional, como Lucía de Braccio, Justino Cornejo, Augusto Alvarado Garaicoa, Fausto Molina, Abel Romeo Castillo, Rebeca Rodríguez Carbo, Ileana Espinel Cedeño, Gonzalo Espinel Cedeño, Marcelo Ordóñez, Henry Kronfle, Horacio Hidrovo Peñaherrera, el Coro Madrigal, el Coro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana núcleo del Guayas, el Grupo Folklórico de Guido Garay y Ángel Oyola, entre otros.
Se ha rendido homenajes a los poetas y artistas manabitas, José María Egas y Hugo Mayo, a Vicente Amador Flor y Constantino Mendoza. Se ha participado de los programas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Manabí y de otras entidades del país.
Vicente Cuesta, expresidente de la institución resaltó: “El Grupo Cultural Manta encuentra plena identificación con el pronunciamiento de la comunidad internacional sobre la necesidad de cambios estructurales capaces de promover una concepción del mundo contemporáneo más humano y comprometido con el hombre mismo, con sus valores espirituales, también sus frustraciones y urgencias de todo género, como ha sido de alguna manera, el pensamiento y la tónica de esta entidad”.
De allí que únicamente la conducta civilizada y creadora, solamente la cultura, la ciencia y la tecnología con sus amplias capacidades en beneficio del hombre, a los que se sumen recursos financieros y físicos para un mundo solidario y globalizado como se pretende en la actualidad, constituyen una realidad tangible.
Con 50 años a cuestas, el Grupo Cultural Manta ratifica su filosofía institucional: “Reflejar con conciencia crítica la identidad cultural de la sociedad de Manta y Manabí para fortalecer el derecho ciudadano a la cultura en todas sus manifestaciones”.
A lo largo de estos 4 últimos años ha compartido con la ciudadanía sus “valores” para construir el buen vivir a través del respeto a la identidad cultural de los ecuatorianos, la elevación cultural en el marco del diálogo de saberes y pensamiento universal con conciencia crítica de la producción cultural de la sociedad planetaria.
Con este compartir ha fortalecido la cultura de nuestro pueblo a través de sus diversas actividades entre las que destaca el Festival Navideño de Coros dirigido por el entrañable compañero y amigo, Héctor Barletta Scovotti; el Festival de la Iguana que recoge la danza del amor fino con una tradición de 303 años, en asocio con el Ballet Folk-contemporáneo del Litoral, Spóndylus que dirige Jessy de Camino.
También resaltan los talleres de lectura con la entrega de libros de la Editorial Mar Abierto y la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo de Manabí, que dirige Dumas Iglesias, tareas en la que resalta la presencia cultural de Santos Miranda.
Es el momento para convocar a la gran comunidad cosmopolita, a sus instituciones y autoridades, a sus dirigentes y ciudadanía, a las agrupaciones culturales, escuelas, colegios y universidad para que juntos fortalezcamos la identidad cultural manabita en el marco del Estado constitucional de derechos y justicia, este Ecuador nuestro intercultural y plurinacional.