Los vendedores arriban de varias ciudades del país al encuentro anual
Dos ferias del comercio reactivan la economía en Manta y Portoviejo
Manta.-
Alba Arias pone en orden toda su mercadería de juguetes en un espacio de nueve metros, en el área comercial Nuevo Tarqui de Manta. La portovejense, del sector Andrés de Vera, participa en la feria del comercio en Manta, que inició el 18 de octubre y culminará el 7 de noviembre. En Portoviejo, por las fiestas de independencia, también se desarrolla la feria en el recinto de la Cámara de Comercio, ubicada sobre el paso lateral.
Alba pagó $ 900 por un puesto. Explica que el precio de los espacios es caro, pero al ver el área concluye que le gusta porque está en una parte plana, en la zona del Nuevo Tarqui, a un kilómetro del malecón de la ciudad.
Este año la feria de Manta fue adjudicada a Kirie Bravo, presidente de la Asociación del Nuevo Tarqui, por $ 111.000. Bravo detalla que esa cifra se la solventó con la ayuda de una empresaria quien financió el 50% de los derechos que corresponden a los juegos mecánicos. Se trata de Lucía Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio.
La empresaria Fernández expresa que se convirtió en una facilitadora para que no se les caiga el proyecto, porque no habían los recursos “les dije yo lo pongo. Cuando necesitan de mí estoy con ellos”.
Bravo asegura que la finalidad de organizar la feria fue darle un verdadero modelo de desarrollo y que vaya en beneficio del comercio autónomo, minorista y mayorista. “Ese debería ser el espíritu de las fiestas del comercio; las autoridades deben involucrarse para potenciar y beneficiar la economía, más aún cuando estamos saliendo de momentos complicados después del terremoto de abril de 2016”.
Los comerciantes llegan de varias ciudades del país. Una de ellas es la guayaquileña Rosa Criollo, quien desde hace 10 años arriba con ropa. A Criollo le encanta el nuevo sitio pues hay mucho flujo de clientes, eso es neurálgico al momento de buscar ganancias.
En el tema de la seguridad, Luis Rojas, administrador de la feria, comenta que los responsables de los juegos mecánicos tienen un plan de contingencia y un seguro adicional para proteger al usuario. Además, cuentan con la aprobación del Cuerpo de Bomberos. La entidad de salvamento asignó un inspector para realizar verificaciones mientras dura la feria.
En los juegos mecánicos, como el Spin Out, Carlos Álava y otros dos compañeros dan mantenimiento a diario. Aprovechan la mañana para esos trabajos. “Todos los días chequeamos y engrasamos los juegos para que todo esté bien”.
Andrés Ramos, oriundo de Otavalo y quien está en uno de los puestos, frente al patio de comida, comenta que es la primera vez que viene a Manta para ofertar sus productos. En esta ciudad ha encontrado un espacio agradable.
Los comerciantes locales que están en la zona desde 2016 como Tomides Roldán, puntualiza que se ve bastante movimiento. “Lo bueno es que la gente que no había venido al Nuevo Tarqui lo está conociendo”.
En Portoviejo el movimiento también es vertiginoso. La afluencia de personas se registra especialmente por las noches cuando el clima es fresco y agradable.
Los comerciantes también llegan procedentes de Guayaquil, Otavalo, Ambato, Quito, e incluso hay vendedores del Oriente que ofrecen productos naturales. (I)