Manta.-

Mariano Farías, adulto mayor con capacidades especiales, caminaba lento con la ayuda de un bastón en los interiores del reasentamiento poblacional ‘San Vicente’, ubicado en el cantón del mismo nombre en el noroeste de Manabí. Ayer en la mañana Mariano recibió una solución habitacional de parte de la titular del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), María Alejandra Vicuña.

Farías es uno de los damnificados del terremoto del 16 de abril de 2016 que sacudió la costa de Manabí. Fue arrendatario, pero por su capacidad especial lo consideraron para la entrega de una vivienda. El adulto mayor, quien está contento, cuenta que vivía en una loma de mediana pendiente en San Vicente, hoy es uno de los  beneficiarios de casas que asignó el Gobierno.

Las 180 viviendas de ‘San Vicente’ forman parte de un grupo de 345 soluciones habitacionales que entregó ayer la ministra Vicuña, además en Montecristi y Portoviejo. El asentamiento ‘San Vicente’ demandó una inversión de $ 2’800.000. El proyecto fue financiado con recursos  de la Ley de Solidaridad y de Corresponsabilidad Ciudadana.

Deyfi Mera, con el 99% de discapacidad, también tiene un lugar propio donde vivir con su hija, Andrea. En el interior de su vivienda, en ‘San Vicente’, Deyfi recibió la llave simbólica de parte de la secretaria de Estado, su alegría era desbordante.

El asentamiento está ubicado en el noreste del poblado. Posee los servicios básicos, como agua potable, energía eléctrica y alcantarillado sanitario. Una de las particularidades en la infraestructura que destaca es el equipamiento de antenas de la señal de televisión satelital y del servicio de internet.

La ministra Vicuña instó a los beneficiarios a cuidar la infraestructura y enfatizó que hay que convertir esos asentamientos en espacios libres de delincuencia. La proyección del Gobierno es crear ciudadelas amigables.

Las construcciones en ‘San Vicente’ están conformadas en bloques con 4 departamentos cada uno. Las unidades habitacionales tienen dos dormitorios, sala, comedor, cocina y baño. Cada bloque es de dos pisos. Para acceder a la segunda planta fueron ubicadas escaleras metálicas, esos elementos disminuyen el peso en los bloques.

Las veredas en los espacios abiertos cuentan con facilidades para que las personas con discapacidad puedan movilizarse sin contratiempos. Los beneficiarios no podrán hacer cambios en sus departamentos en seis meses, tiempo que está vigente la garantía de los constructores.

En el cantón Montecristi también se entregaron 90 casas en terrenos  propiedad de los damnificados. Mientras que, en Portoviejo en el sitio Estancia Vieja, en el suroeste de la urbe, 203 familias recibieron departamentos.

En el proyecto ‘San Vicente’ se sembraron plantas ornamentales pequeñas, como palmeras de raíces pivotantes, esto no es una amenaza para la infraestructura que está enterrada. En los ingresos de los bloques se plantaron especies como veraneras que ponen color al sector. Las calles son asfaltadas y las veredas tienen adoquines decorativos. Un elemento que destaca es el ventanal grande lo que permite el ingreso de luz natural hasta las 18:30.    

Para el alumbrado comunitario se colocaron postes metálicos pintados de color verde oliva y posee iluminación Led. En las vías internas la circulación de vehículos es baja, la norma es de hasta 30 k/h por los niños, adolescentes y jóvenes que se transportan en bicicletas.

Los ventanales de los departamentos de los bloques en ‘San Vicente’ están adornados con afiches de mascotas, incluso se colocaron imágenes religiosas. (I)

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Más de $ 2.600 millones fueron a reconstrucción

Un total de $ 2.686 millones es el monto asignado a Esmeraldas y Manabí hasta agosto de este año, informó el secretario técnico para la Reconstrucción, Carlos Bernal, en su comparecencia el miércoles en la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea Nacional.

El funcionario explicó que gran parte de los recursos se destinaron a Manabí y Esmeraldas, y en menor cantidad a Guayas y Santo Domingo de los Tsáchilas, que también resultaron afectadas, por  el terremoto del 16 de abril de 2016.

El trabajo se desarrolló sobre 3 ejes: para emergencia (con $ 336 millones, equivalente al 14%), en reconstrucción (con $ 1.987 millones, el 74%); y reactivación económica (con $ 334 millones, el 12%).

Estos recursos fueron canalizados en trabajos de electricidad, vivienda, educación, salud, agua potable, saneamiento y vialidad.

Según Bernal, finalizaron 30 obras de electricidad, 31 están en ejecución y 60 se encuentran en proceso de contratación, con un monto de $ 137 millones.

En cuanto a vivienda, la meta es construir 45.440 unidades, de las cuales 37.273 están contratadas, otras 23.289 finalizadas y faltan por contratar 8.267.

Recordó que en educación hubo cerca de 1.000 afectaciones en las unidades educativas y se invirtieron $ 137 millones para 55.000 estudiantes. En salud se perdió el 20% de la capacidad instalada (Esmeraldas y Manabí), con una intervención de 22 soluciones por el valor de $ 171 millones. (I)