Diana Macías y Antonio Quijije, habitantes del barrio Miraflores, en Manta, se mostraban preocupados debido a que por el cauce del río que lleva el mismo nombre de la ciudad bajan aguas de color rojizo. Su mayor temor era que esta situación genere enfermedades en quienes viven en el sector.

No obstante, Paul Macías, jefe de medio ambiente de la empresa Pública Aguas de Manta (Epam), explicó que esa coloración se debe a que se ha estado haciendo un tratamiento biológico en las lagunas de oxidación, que consiste en aplicación y dosificación de bacterias.

“El color rojo es una pigmentación de una bacteria sulfurosa o de azufre, que es la que más ha predominado en las lagunas. Este microorganismo no es un medio cualitativo de decir que las aguas están contaminada o no, es solo una coloración”, refirió.

El funcionario indicó que las lagunas de oxidación cumplen con todos los límites permisibles bajo las normas ambientales. Acotó que esta  proliferación  de bacterias sulfurosas se ha dado por la carga industrial que hay en la ciudad, que antes iba al cauce de los ríos y al mar, pero que se lo agregó  a la red de alcantarillado.

Actualmente se realizan trabajos con floculadores y polímeros en las lagunas para tratar de matar estas bacterias de azufre que están predominando para poder cambiar la coloración.

Manifestó que en las próximas semanas, las aguas residuales volverán a su color natural. “En las lagunas ya tenemos un cambio de la pigmentación, muy aceptable. Pronto cambiará toda la situación”, indicó.

Se intervienen los cauces

Ayer, funcionarios de la Epam realizaron un recorrido informando los trabajos realizados por la empresa para mitigar los problemas de contaminación.

El gerente de la institución, José Espinoza, explicó que se están interviniendo los cauces para combatir las descargas domésticas a los ríos. Hasta la fecha se han solucionado 100 casos. (I)