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El Telégrafo
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el alcalde de Manta, Jorge Zambrano, realizó el trámite civil y el Padre Alberto Benavides, la ceremonia eclesiástica

5 parejas de adultos mayores demuestran que para el amor no hay edad

Después del matrimonio civil y eclesiástico se realizó la recepción en las inmediaciones del Patronato Municipal. El padre Alberto Benavides fue quien casó a las 5 parejas. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
Después del matrimonio civil y eclesiástico se realizó la recepción en las inmediaciones del Patronato Municipal. El padre Alberto Benavides fue quien casó a las 5 parejas. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
14 de diciembre de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Manabí

Al sonido de la marcha nupcial, Mercedes Santana se puso de pie y volteó la mirada. Admiraba a su suegra, María Francisca López,  de 66 años, quien avanzaba por la calle de honor vestida de blanco, con el ramo en sus manos.

“Se ve muy bonita”, decía mientras los aplausos se encerraban en el auditorio del Patronato Municipal de Manta. “Nos sentimos felices porque ella está feliz, es una muy linda persona, es como mi madre”, Destacó Mercedes.

Junto a María Francisca, 4 mujeres más llegaron en hilera al altar levantado en el sitio. A cada una la esperaba su novio.

Durante la ceremonia católica oficiada por el Padre Alberto Benavides, las 5 parejas prometieron amarse hasta que la muerte los separe.  Las personas que contrajeron nupcias en el Patronato de Manta son adultos mayores que asisten a los programas de atención que lleva adelante esta institución.

La historia de Francisca es muy diferente a de las otras personas que se casaron el pasado 5 de diciembre: José Rivera y Victoria Zambrano; Víctor López y Olga López; Eleuterio Calderón y Catalina Zambrano; y Aquilino Palma con Laura Vélez.

Estas 4 parejas conviven desde hace décadas, tienen hijos, nietos y hasta bisnietos. De ellos 3 se casaron y uno renovó votos.

Doña María Francisca conoció a su nuevo esposo en el Patronato. Fue hace menos de 5 años, durante una clase de baile en la que tuvo  como compañero de jornada a Francisco Franco, de 78 años.

“Me impactó su manera de bailar. Nos fuimos conociendo poco a poco, me contaba sus cosas, íbamos a la iglesia juntos, hasta que llegó a enamorarme y comenzamos a tener más confianza”, contó Francisca, quien tiene 2 hijos y 3 nietos. “Yo estoy enamoradísima”, lanzó la mujer, quien después de esto besó a su esposo.

Los casó el Alcalde

Primero se hizo la boda civil. Todos estaban desde muy temprano en el Patronato. Llegó el director provincial del Registro Civil, Fernando Fiallos, para observar el evento y también el alcalde Jorge Zambrano,  quien realizó el trámite legal del casamiento.

Zambrano mencionó que tiene “buenas manos”, en alusión a que en años anteriores casó a 3 parejas de forma conjunta y que todas “viven un matrimonio feliz”.

Ana María Suárez, presidenta del Patronato, destacó que los matrimonios de estas 5 parejas de adultos mayores “son una muestra de que para el amor no hay edad”.

Los días previos a la boda las parejas ensayaron la ceremonia, se probaron los anillos y la ropa que iban a lucir. En ese lapso recordaban sus historias.

Momentos de recuerdo

Aquililino Palma (77 años), oriundo de Los Bajos de Montecristi, no soltaba la mano de su amada Laura (82), jugaba con ella. No se separaba. En el día del evento esta pareja renovó votos.  

Con una marcada sonrisa, Aquilino expresó que ama más que nunca a su compañera de vida, quien desde hace algunos años tiene alzhéimer. No la deja sola. “Ella no me ve y se desespera, llora”, mencionó, mientras ella asentaba la cabeza en su hombro.

Son los recuerdos que lo convencen de que en la relación triunfó la confianza. La conoció cuando era un jovencito. Ella tenía ya 4 hijos, la menor de 2 meses. No le importó aquello. “Me conversó que fue abandonada por el esposo”, dijo.

Laura trabajaba en casa. “Luego nos comprometimos, pues salió embarazada. Así empezó el matrimonio. Tenemos 4 hijos juntos”. Para mantener vivo el amor hubo bastante diálogo. La pareja habita en el barrio Jocay.

Por un momento, Aquilino se quedó pensativo y al rato lanzó un consejo para la juventud: “A la mujer nunca se la maltrata. Todos hemos venido de una mujer y por eso debemos respetarla y quererla”.

De su parte, Olga López (73) estaba nerviosa como cualquier novia el día de la boda. A su edad está convencida de que la comprensión ha sido uno de los principales factores para que su amor con Víctor López crezca día a día. Aseguró que lo mantendrá hasta que Dios los llame. Nunca tuvo hijos, su cónyuge sí.

“Es un momento importante el sellar el amor por la vía eclesiástica”, explicó, tomando la mano a su esposo, quien le dio un beso en la frente.

Una vida juntos

Los 40 años que llevan unidos José Rivera (80) con Victoria Zambrano los sellaron con la bendición de Dios. Con su mirada pícara, José dijo: “Estoy más enamorado”.

Este caso se parece al de Eleuterio Calderón, quien tiene más de 50 años junto con Catalina Zambrano. El novio recordó esos momentos cuando recién se unió a su pareja.

Los desposados no se cohibieron. Uno que otro se acordó que con piropos consiguió, en su época, el amor de su señora. Ellos sellaron la unión con un beso y el aplauso de los presentes.

La ceremonia terminó y de inmediato arrancó la fiesta. Había derroche de amor, de hijos, nietos y bisnietos viendo cumplido el sueño de sus padres. Otros familiares y los demás adultos mayores que asisten a diario a la institución también se unieron al acontecimiento.

Como es tradicional en los matrimonios, los novios sacaron las ligas a sus parejas. También hubo el lanzamiento de los ramos de las novias.

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