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El ambiente en algunas zonas huele a azufre
Vapor de agua y gases expulsó el volcán en las últimas horas
Pese a que la actividad del volcán Tungurahua es calificada por los técnicos del Observatorio de Guadalupe como moderada-baja, las continuas emisiones de vapor de agua ponen en alerta a los vigías.
Es el caso de Carlos Sánchez, vigilante de la Estación de Monitoreo Ventanas, ubicada en el caserío Runtún del cantón Baños.
Cada mañana Sánchez realiza una ronda de inspección por los alrededores de la unidad de monitoreo para revisar los instrumentos de medición de gas y polvo volcánico.
“A más de las emisiones de ceniza, sismos y fuertes bramidos, el vapor de agua también es un indicador de la actividad interna del coloso. Las últimas 5 reactivaciones del Tungurahua han ocurrido justo después de periodos dispersos de emanaciones de gas y azufre”, dijo.
Este último componente de las fumarolas es medido a diario por dos receptores de materia gaseosa.
Debido a la cercanía de la unidad de monitoreo Ventanas con el volcán, de aproximadamente 3 kilómetros, este y otros componentes ácidos son fácilmente percibidos en el ambiente.
El número de sismos de largo periodo y tremor se mantiene en una media de entre 15 y 25 diarios.
La visibilidad del cráter se dificulta durante el día y es vigilado en las noches por 7 cámaras de video dotadas con visión nocturna.