Un pilar de la economía solidaria cumple 28 años
La organización Maquita Cushunchic Comercializando como Hermanos (MCCH) fue creada hace 28 años por el padre Graziano Masón con el propósito de ayudar a las comunidades de escasos recursos y fomentar la Economía Social y Solidaria.
Actualmente, MCCH trabaja en 17 provincias del país junto a las comunidades y organismos nacionales e internacionales, logrando beneficios para más de 500.000 familias empobrecidas, quienes logran mejorar su calidad de vida a través de procesos asociativos, productivos y comerciales sostenibles a la par que equitativos.
En ese marco, la fundación apoya a 38 comunidades en emprendimientos agrícolas, ganaderos, artesanales e iniciativas en turismo comunitario. En Chimborazo, 21 organizaciones forman parte de este proyecto, en el que están incluidas 600 personas.
La sostenibilidad de los proyectos emprendidos por la institución dependen de la ayuda externa, el apoyo de los gobiernos locales y la rentabilidad de las empresas. “Tenemos productos andinos, turismo comunitario, productos de la Costa como cacao y a través de las utilidades de estas se sigue incrementando el capital para sostener estos proyectos”, refirió María Jesús Pérez, Directora de la organización, quien añadió que el objetivo principal “es que el productor reciba lo mejor, sin intermediarios, pues así el agricultor recibe lo justo y esto permite su progreso”.
José Luis Broncano, Coordinador Agrícola, ratificó que este es un avance en la provincia de Chimborazo, pues el agricultor comercializa directamente sus productos, lo que le permite tener una mayor ganancia e invertirla nuevamente en sus tierras. “Consideramos que es la manera correcta de aplicar la economía popular y solidaria”, acotó.
El tema de turismo comunitario se inició hace algunos años, cuando se creó una operadora para captar viajeros nacionales y extranjeros para este nicho, e integrar a todos los sistemas de turismo comunitario que voluntariamente se unen. Y desde entonces, los resultados han sido positivos. “En el 2012 recibimos 600 turistas extranjeros y 1.000 visitantes nacionales, sin contar con los que cada comunidad ya tienen como clientes fijos. Esto demuestra que el turismo comunitario es un rubro importante debido a que en estos lugares la gente no solo intercambia culturas, sino que las artesanías son apreciadas y adquiridas”, señaló Pérez.
En conjunto con la Central Ecuatoriana de Servicios Agrícolas (CESA), Miquita Cunsunchic realiza un trabajo de intervención en la provincia de Cotopaxi en varios proyectos también para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Uno de ellos es el proyecto turístico de la comunidad Shalalá, ubicada a pocos metros del cráter del Quilotoa, donde se construye un albergue, restaurante y miradores; además, se ofrece capacitación a los comuneros en temas de atención al cliente y otros referidos al turismo.
La fundación considera que la quinua y el fréjol son sus productos estrella porque estos alimentos tienen una gran demanda en el mercado local e internacional debido a que constituyen la materia prima para elaborar otros productos como galletas, barras energéticas, bebidas, entre otros.
La meta de MCCH para este año es darle la sostenibilidad a los nuevos proyectos y continuar con su objetivo de apoyar a los agricultores, pequeños y medianos con el objetivo de que mejoren sus ingresos y su calidad de vida.