El pasado 28 de enero, el Consejo de la Judicatura de Tungurahua inauguró en Ambato el Punto Único de Atención de Flagrancias de la urbe.

Ubicado dentro de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), en el sur de la ciudad, desde su apertura hasta el 3 de febrero el centro atendió 27 casos de flagrancia.
Linda Amancha, directora provincial del Consejo de la Judicatura, explicó las ventajas que esta unidad presenta para el sistema judicial.

“Indudablemente el servicio que aquí se brinda agiliza significativamente el proceso de juzgamiento de un delito. El punto único cuenta con unidades de aseguramiento transitorio (UAT), salas de espera y de audiencias, en las que ambas partes involucradas esperarán el veredicto que un juez deberá dictar en menos de 24 horas”, dijo.

Con la implementación de estos espacios —añadió— se busca eliminar la antigua forma de gestión de flagrancias, en la que muchas veces tanto el afectado como el agresor eran transportados o esperaban el proceso judicial en el mismo vehículo y en una misma sala.

Entidades colaboradoras

En la gestión de estos casos intervienen la Fiscalía, Defensoría Pública, Policía Nacional, Ministerio de Justicia y los jueces, motivo por el cual en la unidad de flagrancias se encuentran oficinas de cada una de estas entidades.

Se cuenta, además, con un equipo técnico permanente, conformado por médicos legistas, psicólogos y trabajadores sociales, quienes asistirán tanto a los perjudicados por delitos como a sus familiares.

“De esta forma garantizamos una atención inmediata a las víctimas, bajo un modelo de gestión diseñado para interactuar con todas las instituciones involucradas en el ciclo penal de flagrancia”, aseveró Fabrizio Zavala, director nacional de Innovación, Desarrollo y Mejora Continua del Servicio Judicial.

La unidad se encuentra en la primera planta de la UVC de Tungurahua. Otro importante espacio con el que cuenta el centro es la cámara Gesell.

Esta habitación permite el reconocimiento de personas desde un espacio seguro, dividido por un gran vidrio. Cuenta con equipos de audio y de video para la grabación de testimonios.

“Desde este espacio, la persona afectada puede reconocer a un presunto agresor y se puede tomar importantes declaraciones. Una de las ventajas de esta sala es que por la presencia del vidrio divisorio, la identidad del afectado siempre se mantendrá en el anonimato”, agregó Zavala.

La Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), Antinarcóticos, el Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif) y Policía Judicial, unidades especializadas de la Policía Nacional, también están presentes en el centro.

Estadística

De los 27 casos flagrantes que la unidad atendió desde el 28 de enero hasta el 3 de febrero, 9 fueron atendidos el mismo día de la inauguración.

En las 2 salas de audiencias del lugar se tomaron declaraciones de varios casos.
Un día después, los funcionarios atendieron una flagrancia; el 30 de enero, 4; el 31 del mismo mes, 2; y el 1° de febrero, 7.

“El sistema judicial de antes obligaba a los afectados de cualquier delito a ‘peregrinar’ desde la fiscalía, oficinas judiciales, hasta la defensoría pública. Ahora todos estos servicios están conjuntados en un solo lugar, garantizando que el caso no quede en el olvido, como hace algunas décadas”, dijo Jaime Novoa Flores, representante de la Cámara de Barrios de Tungurahua.

Otra de las importantes incorporaciones que el Consejo de la Judicatura de Tungurahua ha hecho en recientes semanas es la posesión del primer Juez de Paz de la provincia.

Se trata de William Vásquez, de la parroquia Los Andes, del cantón Patate, quien desde el 31 de enero mediará en cualquier conflicto vecinal de esa localidad.