Los cortos, pero intensos chubascos de los últimos sesenta días, mantienen en zozobra a algunos ambateños, porque en la ciudad existen varias zonas propensas a sufrir  deslaves y aluviones  durante la temporada de lluvias.

Calhua Grande, población ubicada a 40 minutos al nororiente de Ambato; Cunchibamba, parroquia al norte de la ciudad y el Ollero, en Pinllo; son  algunas en riesgo.

Gonzalo Ontaneda, coordinador de Estudios e Investigación Meteorológica del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), recomienda a los moradores de estos sectores que tomen las precauciones del caso, ya que las lluvias continuarán. “Normalmente, las borrascas en Tungurahua suelen presentarse desde octubre y durar hasta mediados de mayo. Aunque,  no sean de larga duración, no se puede descartar posibles deslaves en zonas de peligro. Los ciudadanos deben tomar medidas para que estos eventos no causen graves impactos”, dijo.

Añadió que en las áreas consideradas como peligrosas, la población debe evitar a toda costa edificar viviendas.

En la zona rural, sostuvo, se debe forestar con vegetación adecuada, para reducir el riesgo de deslaves y aluviones, como el ocurrido el 8 de marzo en Calhua Grande. Por este percance 8 viviendas quedaron afectadas y una persona resultó herida debido a  la caída de una pared.

Bernardo Chachipanta, morador de este poblado, manifestó que los aguaceros no han cesado desde ese día. “Todas las tardes y noches hay lluvia. A pesar de que no existen más casas afectadas, el miedo está presente en todos los hogares, pues aún queda en pie la mitad de un muro que amenaza con derribar tres viviendas  en el centro del poblado”.

La iniciativa que los comuneros han tomado cada tarde en Calhua Grande es refugiarse en la Casa Comunal, ubicada en la parte más plana del lugar.

En este sitio, Olga Muso, presidenta del Cabildo y otros líderes comunitarios, mantienen reuniones diarias para evaluar la situación.

Además, si consideran necesario, realizan rondas de vigilancia por los diferentes hogares para verificar la seguridad de las viviendas. Cunchibamba, parroquia rural de Ambato, es otra zona que sufre los estragos por los chubascos.

Las aguas que descienden desde Calhua y otras comunidades de la parte alta, dañan las vías rurales y los caminos vecinales que comunican a este poblado con Unamuncho, La Florida, Samanga, entre otros.

En el centro de Ambato, la situación no es del todo diferente ya que casi todas las noches llueve.

Enrique Núñez, morador del barrio Ollero, ubicado al filo de un muro de contención en la vía a Pinllo, cuenta que la intranquilidad llega con la tarde. “Hace varios años ya se han presentado deslaves en la barriada, motivo por el cual esperamos con ansias que el mal tiempo termine sin causar daños y podamos dormir en paz”, subrayó.

En el lugar residen aproximadamente 30 familias que no pueden conciliar el sueño cada vez que llueve, recordando que hace varios años las lluvias ocasionaron daños en los techos de las viviendas.

En las calles de la urbe, pese a que el sol es intenso hasta el mediodía, a partir de las 15:00 la temperatura baja de los 20 a 10 grados centígrados.

Los transeúntes prefieren llevar ropa abrigada y paraguas, sobre todo a partir de las 18:00. “Al terminar enero, los ambateños ya sabemos que el frío se avecina. Lo que nos ha cogido de sorpresa es que la temperatura baje de golpe, después de las 12:00”, manifestó Lorena Sánchez, moradora del céntrico barrio El Español.

El temporal no solo causa incomodidades en Tungurahua, ya que las bajas temperaturas y las lloviznas dispersas, también son comunes durante las mañanas en las vecinas provincias de Chimborazo y Cotopaxi.

En las respectivas capitales, Riobamba y Latacunga, así como en el resto de cantones, las previsiones  climáticas del Instituto pronostican  mañanas nubladas, el mediodía despejado, tardes con lluvias dispersas y temperaturas bajas.

Más al sur del país, en Azuay y Loja, también se prevén aguaceros matutinos, con temperaturas máximas de 19 grados y mínimas de 12 grados.

DATOS

La previsión del Inamhi para Ambato en cuanto a los aguaceros durante marzo fue alcancen un promedio de 58,9 milímetros. En  lo que va del mes, han caído 59,6 milímetros, presentando un 1% de superávit.

Después de octubre, normalmente las lluvias en la ciudad cesan durante los dos meses posteriores, lo cual se conoce como el “Veranillo de las Almas”, que llega con la época de Finados. Después, retoman su curso hasta enero o febrero.

El temporal no afecta solo a Tungurahua, pues Cotopaxi, Chimborazo y Pastaza también tienen días lluviosos y nublados.