La caída de ceniza emanada por el volcán Tungurahua obligó a las autoridades de Penipe (Chimborazo) a suspender las clases con el fin de precautelar la salud de los estudiantes.

Calles,  parques,  casas y terrenos fueron cubiertos por el material. Y por ello,  padres de familia  tuvieron que regresar a los planteles  el martes 7 de mayo para retirar a sus hijos e hijas  a causa de la gran cantidad de roca pulverizada que se había esparcido en el cantón.

Miguel Guadalupe, director de la Unidad Educativa del Milenio de la zona, señaló que la decisión de regresar a los estudiantes a sus casas fue una medida de precaución, pues los niños suelen ser los más propensos a enfermarse por la ceniza. “Nuestra obligación es cuidar de nuestros alumnos y es por eso que en conjunto con Mary Alvear, directora provincial de Educación, y el Alcalde de Penipe, Fausto Chunata, decidimos que lo mejor era suspender las actividades hasta que  sea seguro”.

Según la Dirección de Educación,   las horas de clase que se pierdan por esta situación, podrán  ser recuperadas con horas adicionales al finalizar el quimestre, o durante el actual periodo lectivo.    

En tanto, los trabajadores de la municipalidad recibieron la orden de empezar la limpieza de los parques y  entregar implementos de protección a los residentes de Penipe y sus parroquias. “Ya se han entregado 100 mascarillas. Tenemos todo lo necesario para protegernos; sin embargo, la ceniza está por todos lados”, mencionó Lourdes Carrasco, trabajadora del Cabildo.

Carlos Pazmiño, coordinador de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) en la provincia, indicó que unas 1.000 familias se verían afectadas por la caída de ceniza en todo el cantón. “En esta ocasión se han visto dos clases de ceniza: blanca y negra. Lo preocupante de la situación es que los lugares  en los que antes no había caído  el material, esta vez  han debido  soportar esa molestia”.

Debido a ello, al subcentro de salud de El Altar, llegaron varios niños y niñas  con dificultades para respirar y ardor en los ojos. Ese fue el caso de Amelia Llinllín, de 8 años, quien presentó síntomas de conjuntivitis. “Se nos han proporcionado  mascarillas; sin embargo,  las gafas son fundamentales, pues la ceniza está en el aire e ingresa directamente en los ojos”, señaló Jésica Rivera, médico del subcentro.

Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (Igepn), la actividad sísmica del volcán ha mostrado un incremento, aunque se mantiene en un nivel moderado; las emisiones continúan al igual  que la afectación por ceniza, sobre todo en los sectores más cercanos  como  Choglontus,  El Manzano, Cahuaji, Penipe, Sabañag, Chazo, Ilapo y Riobamba.