Durante los meses de agosto y septiembre la región centro del país (provincias de Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua)  ha sufrido varios incendios forestales  que dejaron serios daños en pajonales y plantaciones de pino y eucalipto.

Los tres incendios que más preocuparon al Ministerio de Ambiente (MAE)  fueron los que se produjeron en  la zona protegida del Chimborazo, en la parroquia San Juan (sector Gallorumi),  en los límites con la provincia de Tungurahua y finalmente en  Bolívar, lo que  obligó a activar los planes de contingencia de las tres provincias.

Magaly Oviedo, directora provincial del MAE,  mencionó que se han coordinado acciones con el  Cuerpo de Bomberos y los Gobiernos locales para una rápida intervención en las zonas donde se han declarado los incendios. 

También se han presentado las respectivas denuncias ante la Fiscalía para que se inicie  una investigación sobre  las causas y responsables, si es que los hubiera.
“No podemos determinar a ciencia cierta cuánto ha sido afectado, tanto en flora como en fauna, por eso iniciaremos un estudio, con mapas topográficos, fotos satelitales y evaluación de campo, para saber con precisión qué es lo que debemos hacer”, acotó la funcionaria.

Mientras tanto las comunidades cercanas a los flagelos han recibido  charlas  para poder combatir los incendios antes de su propagación. 

Manuel Buñay, dirigente de la comunidad Armenia del cantón Riobamba, en la cual hace dos semanas se presentó un incendio forestal, indicó que “hemos perdido mucho, por lo que incluso estamos cobrando una multa de 20 dólares a los miembros de nuestra comunidad que no se acerquen a ayudar cuando vean un incendio forestal. Esa es la única manera de poder contrarrestar esto”.

Las autoridades de Ambiente realizaron un llamado a la población para que no inicie fogatas sin  control, pues podría iniciarse un incendio forestal. 

“Nos encontramos en tiempo de mucho viento, lo que aviva el fuego”, manifestó Oviedo.
La funcionaria recalcó la importancia de cuidar los bosques, pajonales y páramos, especialmente no dejando botellas ni artículos de vidrio que con los rayos solares pueden provocar incendios.