El Ministerio del Interior llevó a cabo en Chimborazo, con la participación de gestores de seguridad y diferentes entidades públicas, el Taller Internacional sobre Herramientas de Prevención Social de la Violencia Juvenil.

Se escogió a la provincia  por ser una de las zonas del país donde las cifras muestran un incremento del fenómeno. “No estamos en niveles altos, pero es mejor cortar a tiempo para no tener que lamentar en el futuro”, afirmó Hermuy Calle, gobernador chimboracense.

Durante la cita se puso como ejemplo el caso de las denuncias del cometimiento de actos delictivos por parte de pandillas juveniles  en el cantón Cumandá, los   que han causado zozobra entre la población; y el reciente robo de  computadoras en el sector  Ceceles del cantón Guamote, en el que estuvieron involucrados tres menores de edad.

Para María Eugenia Burbano, delegada del Ministerio  del Interior, el taller sirvió para identificar los principales factores que generan  acciones violentas entre los jóvenes. Y señaló entre ellos que “el haberse criado en familias disfuncionales, sin el control de los padres ha hecho que encuentren refugio en una pandilla, lo que al final les lleva a participar en actos violentos”.

Calle también identificó otro factor: “La migración y el regreso de algunas familias, cuyos integrantes jóvenes han estado involucrados en pandillas en otras naciones y cuyas costumbres traen al país”.
Por su parte, Maribel Sánchez, madre de tres hijos, dijo que hay otras causas que preocupan. “Las imágenes que se presentan en la televisión, en los periódicos, de asesinatos, peleas, de jóvenes que matan  a otras personas e incluso los dibujos animados les llenan de ideas violentas a nuestros hijos”.

Con ese criterio concordó María Burbano. “La gran mayoría de medios de comunicación busca el morbo, la violencia, la crónica roja, sin tener una conciencia de contenido ni del daño que puede estar provocando en los niños y niñas esas imágenes. Busca mostrar el dolor de una forma deshonesta, cuando no es natural ni causarlo, ni verlo”.

Por eso, entre las conclusiones a las que se llegó en la cita estuvo la de combatir la violencia juvenil a través de programas para ocupar el tiempo de los menores de forma productiva y amena, y que ellos se desarrollen en un espacio sano.

Además, se espera que en los próximos días se cuenten con dos  herramientas jurídicas que permitan fortalecer las políticas del Estado:  “La Ley de Juventudes” y por otra parte, la “Ley de Comunicación”, que permita un cambio en los contenidos de los medios.
En la actualidad, el Estado aplica programas en favor de los adolescentes y jóvenes del país, los cuales serán reforzados en este año y el próximo, como parte de las estrategias del Gobierno.