El proyecto piloto de elegir y formar familias ambateñas para que acojan a  niños, niñas y adolescentes  provenientes de hogares conflictivos, avanza según un programa riguroso. Este mes empezaron a difundirse los spots publicitarios de esta campaña en las radios locales.

Ello con el fin de captar, hasta enero de 2014, a por lo menos 100 grupos familiares, de los cuales serán seleccionados 10 que ampararán temporalmente (6 meses y máximo 12) a igual número de muchachos de entre 7 y 17 años.

Así lo explicó Martine VanDer Hoeven, representante legal de la Fundación Daniëlle Children’s Fund, que con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), son los responsables directos de este programa de ayuda social, que pretende replicarse a nivel nacional, con la idea de romper la cadena de maltrato intrafamiliar de padres a hijos y de estos con su prole.

A finales de noviembre fue  presentada esta iniciativa en la capital de TungurahuaDe hecho, la organización tiene dos programas principales en marcha, el primero sobre servicios familiares sistémicos para grupos que enfrentan situaciones difíciles.

Ellos reciben apoyo de un equipo técnico de psicólogos y trabajadores sociales. “Nuestra meta es lograr que los niños no salgan de su familia biológica. Sin embargo, hay infantes en situaciones de gran riesgo y que por eso requieren el calor de una familia temporal. Así  nació la idea del acogimiento que no es una adopción”, aclaró VanDer Hoeven.

Y añadió: “estamos recibiendo respuestas, ya nos han llamado. Cada viernes tenemos una reunión de inducción, pues mucha gente confunde esta propuesta con adopción y tampoco es una campaña por la Navidad. La familia  será parte de nuestro equipo en el trabajo con los pequeños y adolescentes”.

Una embajadora voluntaria

La popular presentadora de televisión Masissa Sánchez es la embajadora de la fundación Daniëlle Children’s para esta iniciativa. “Mi misión es invitar a la mayor cantidad posible de familias ambateñas para que acepten ser parte de este acogimiento temporal”.

Conocemos, dijo, de la inmensa calidad humana de los ambateños y les pedimos que reciban a los niños y adolescentes que fueron retirados de su familia biológica para ir a una institución. “Todos ellos vivieron situaciones críticas, no ideales. Sus experiencias fueron muy dolorosas, son chicos frágiles que necesitan muchísimo cariño”.

La marcha del proyecto

A finales de enero de 2014, las 10 familias  serán seleccionadas y pasarán a un proceso de capacitación o de inducción.  A la par, los técnicos del MIES y de la fundación se encargarán de acompañar a los parientes biologicos de los chicos beneficiados, para preparar las condiciones para su reinserción definitiva. Entre tanto, los grupos provisionales escogidos deberán tener una situació socioeconómica similar a la de los niños, niñas y adolescentes. Esto para que no experimenten un cambio drástico y puedan acoplarse mejor con los suyos.

Los pasos que se dieron

A finales de noviembre, se presentó el proyecto en la capital tungurahuense en las instalaciones de la Gobernación.

También, se dio una explicación detallada de los alcances e insumos necesarios para  la creación de una normativa y metodología que pueda implementarse en todas las provincias del país, conforme a las experiencias similares en otros países de Latinoamérica y que se ejecutan con éxito en la actualidad..