El cantón Saquisilí es conocido como el asiento comercial de Cotopaxi. Esta característica, precisamente, estimuló el surgimiento de una actividad paralela: el turismo internacional.
Los jueves y domingos, arriban productores de todos los rincones del Ecuador a las 7 plazas que hay en esta ciudad.

El otavaleño Luis Alberto Maldonado es uno de ellos. Reside en esta provincia desde 1994 y tiene un puesto en la plaza 18 de Octubre o de ponchos para ofertar prendas de vestir elaboradas en Ibarra con lana de alpaca.

Esta y  la plaza Kennedy son más frecuentadas por turistas extranjeros. Llegan con cámaras de fotos en compañía de amigos y familiares. Según estimaciones municipales, unos 100 visitantes extranjeros recorren los jueves el cantón.

Es el caso de Allie Smith, oriunda de Massachusetts (EE.UU.) Ella es bilingüe y aprendió español durante los 10 años que vivió en Venezuela con su exesposo.
En la actualidad dicta clases de este idioma en una escuela secundaria de su país. Esta vez llegó a Ecuador con 2 amigas.

Conocieron Galápagos, Quito, Manabí y aunque solo les quedaban 2 días antes de regresar a su país, convenció a sus amigas de recorrer Saquisilí.

“Tengo un amigo fotógrafo que llegó a este país para hacer un trabajo aquí (Saquisilí). Me contó que este sitio era como volver en el tiempo y no me lo quería perder”, aseguró la extranjera de 38 años.

Sus 2 compañeras no hablaban ni una palabra en español, pero según la traducción de Smith,  de su visita les impactó las ventas al aire libre en las plazas. También los productos lejos de las vitrinas de los grandes supermercados.

Además les agradó la cultura de la gente, pero también resintieron la falta de hoteles para quedarse, pues Saquisilí solo cuenta con 2 sitios de hospedaje que no son suficientes. Según Smith, el 90% de turistas que llegan de su país lo hace por medio de una operadora turística con paquetes promocionales.

Más control en las calles

El arribo de turistas con dólares, euros y tecnología acentuó la inseguridad en el centro de Saquisilí. Los comerciantes aseguran que quienes actúan fuera de la ley provienen de otras provincias.

Para controlar, en cierta medida, esta situación, la comisaria Miriam Fabara comanda operativos de control los jueves desde las 04:30. A esa hora llegan los comerciantes a sus puestos. Sin embargo, los 5 policías municipales no bastan.

Por eso, Juan Alomoto, alcalde, explicó que en 2015 aumentará el personal uniformado. “A la par refrescaremos la promoción turística basándose en la recuperación de los espacios representativos como la escuela Mariscal Sucre y la difusión de espacios naturales como las cascadas de Candela Fazo.

Hace 15 años la feria era distinta, tenía un enfoque artesanal. Debemos lograr que los visitantes se queden”, dijo Alomoto.

Para esto, la autoridad promete mejorar las vías y capacitar a los comerciantes y los guías nativos, debido a la actitud esquiva de algunos comerciantes con los visitantes extranjeros. “Muchos no se dejan fotografiar o piden $ 1 a cambio y eso aleja a los visitantes”, señaló Enrique Pallo, conductor de una camioneta fletada.