La campaña de protección y rescate de la palma de cera o comúnmente conocida como la ‘palma de ramos’,  empezó en Tungurahua desde el  31 de marzo y se intensificará a partir del lunes.

Pese a que los controles de tala indiscriminada de vegetación son permanentes, la iniciativa se acentúa por  la cercanía del Domingo de Ramos (13 de abril), fecha en la que tradicionalmente se usan arreglos y artesanías elaborados con esta planta para fines religiosos.

Romero, arrayán, manzanilla, hojas de maíz y espigas de cebada son algunas alternativas para reemplazarla. A escala nacional, el proyecto es impulsado por el Ministerio del Ambiente, bajo el lema ‘Tradición y conservación van de la mano’. Su objetivo es prevenir la devastación de esta especie y así evitar la extinción del loro orejiamarillo y el perico cachetidorado, aves que anidan en sus copas.

Germánico Medina, responsable de Vida Silvestre en la Dirección Provincial del Ambiente, explica que en Tungurahua la planta está presente en 2 cantones. “Este árbol crece en Baños, especialmente en las parroquias San Francisco, Río Verde y Río Negro. Y en Patate se la puede encontrar en  la parroquia El Triunfo, lugar cercano al Parque Nacional Llanganates, en las estribaciones de la cordillera occidental”, dijo el funcionario.

Y añadió: “Los controles para evitar la explotación forestal en esos lugares se realizan con la ayuda de Policía Municipal, Policía Nacional, técnicos del MAE y los guardabosques de la Reserva Nacional Llanganates”.

La palma de cera es un árbol solitario de tronco erecto, que suele crecer entre 5 y 25 metros de alto. Se la puede encontrar en áreas montañosas entre 1.200 y 2.200 metros sobre el nivel del mar.

Por esta razón, es común su presencia en zonas altas y húmedas de Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Azuay, Zamora Chinchipe, Bolívar, Cañar, El Oro y Loja; a más de Tungurahua.

Cristina Chiliquinga, facilitadora del programa Servicio Civil Ciudadano del MAE, explicó que a la par de los controles realizados en los sitios de cultivo, se está desarrollando una campaña de concienciación en templos e instituciones educativas. “Estamos visitando varias iglesias de Ambato, para demostrar a los feligreses que no necesariamente se debe elaborar el ramo de la tradición católica con palma de cera, sino que hay muchas alternativas como la palma ornamental, bambú, espigas de trigo, sigse, paja, ciprés, laurel, entre otras”, dijo.

La mayoría de párrocos ambateños dijo estar a favor de esta iniciativa ecológica.


150 años tarda la palma de cera en crecer  y desarrollar el ambiente necesario para la cría de 2 especies de aves.En la puerta de la céntrica Iglesia Santo Domingo, la funcionaria y 6 personas más realizaron una exposición sobre los peligros de la explotación indiscriminada de esta especie vegetal.

El árbol tarda 150 años en crecer y desarrollar el ambiente ideal para la cría de las 2 especies de aves que anidan y viven en las ramas.

De forma simultánea, se realizan demostraciones del tejido de los ramos y otras artesanías con los materiales alternativos.

En cuanto a  instituciones educativas, hasta el momento, la comisión ha visitado más de 10 escuelas en los 9 cantones de la provincia como Tisaleo, Mocha, Baños, Ambato, Píllaro y más.

Apoyo de los sacerdotes

La mayoría de párrocos  de las iglesias ambateñas se muestra a favor de la iniciativa. “Respaldo la campaña de control en los bosques y concienciación en los templos. Creo que la fe y la tradición religiosa no se condiciona al uso de uno u otro material, lo importante es conservar la tradición y a la vez, cuidar el ambiente”, manifestó Mentor Acuña, párroco de San Jacinto de Izamba.

La protección de la palma, añadió, se debe extender durante el año y en todo el territorio nacional.

DATOS:

El 13 de marzo, la campaña fue presentada a escala nacional por la cartera de Estado, bajo el lema ‘Tradición y conservación van de la mano’.

El año pasado, el ministerio decomisó 37 sacos de palma de cera y 1.232 adornos y artesanías elaboradas con las ramas de este árbol.

Los controles también se extenderán hacia las carreteras, para evitar la entrada del material desde la Amazonía. La Policía Nacional apoya con los patrullajes en diversas zonas de la región.