La urbe riobambeña está rodeada por 7 mercados y dos plazas, cada uno de ellos agrupa a miles de comerciantes que se mantienen registrados en el municipio, pero la informalidad todavía representa un problema para las autoridades.

Cerca de El Prado, uno de los centros de abastos con mayor demanda de puestos, existen de 300 a 400 vendedores informales que se toman las calles y aceras convirtiendo este lugar en intransitable.

“No hay cómo manejar por allí porque existe el riesgo de atropellarles o aplastar sus cosas, es caótica esa situación”, manifestó Jaime Guevara, morador de la zona.

Según estimaciones del municipio de Riobamba, en el mercado El Prado por cada negocio se mueve un mínimo de $800 a $1000 mensuales, por lo que las seguridades se incrementan en el lugar, incluso con la colocación de cámaras de seguridad.

“A veces delincuentes se hacen pasar por comerciantes informales para hacer de las suyas y es allí en lo que nosotros nos enfocamos, en retirar la informalidad para evitar este tipo de cosas, pero es difícil porque se ha vuelto constante”, manifestó Renato Dillon, director de Servicios Municipales.

A diferencia de El Prado, en los otros lugares de abasto existe el 5% de puestos libres, es decir alrededor de 300 a 400 locales que están a disposición de los comerciantes y cuyo costo mensual baja hasta $ 2,50, como en el caso de Santa Rosa, al sur.

“Sí existen otros lugares en los cuales pueden vender sus productos con la finalidad de que se integren al comercio formal, pero todos quieren ir a El Prado por la oferta y la demanda”, acotó Dillon.

El funcionario pidió la colaboración de la ciudadanía para que evite comprar en las calles debido a que esto complica el control municipal.

“Los mercados mantienen toda la asepsia posible porque para ello fueron creados, existen comerciantes que venden en las aceras y que no cuentan con la limpieza apropiada”, acotó. (I)