En Riobamba se realiza la primera feria migrante
Un grupo de ecuatorianos, que residió por varias décadas en distintos países, formó una asociación de emprendedores para buscar nuevas oportunidades en su lugar de nacimiento.
La asociación, conformada por más de 20 personas, quienes comparten sus experiencias tras vivir en países como México, Paraguay, España, Italia y Tailandia, inició su trabajo hace dos años.
Este grupo de ciudadanos tiene varias cosas en común, como retornar a Ecuador y dejar toda una vida en el extranjero. Ellos se esfuerzan por resurgir desde cero, e incluso replantearse todos sus planes, una y otra vez.
Concuerdan en que la situación al regresar al país se tornó difícil. Vilma Arévalo, quien es presidenta de la Asociación de Migrantes Emprendedores Retornados de Chimborazo (AMERCH), indicó que las cosas cambiaron de forma abrupta en España, lo que la obligó a volver a Ecuador.
Ella, junto a su esposo y tres hijos, residieron en Europa más de 20 años, allí pusieron una empresa de colocación de pisos que les generaba hasta 5.000 dólares mensuales.
Con esos ingresos, más otros del resto de la familia, adquirieron un departamento, pero con el transcurso de los años el público dejó de requerir los servicios que prestaban (colocar pisos), porque el sector de la construcción se deprimió por la crisis. Esto causó que no tuvieran las mismas ganancias.
“Cerrábamos el mes con $ 1.200, ya no podíamos pagar a la gente que nos ayudaba, y después perdimos el departamento, porque ya no cubríamos la hipoteca, así que conversamos en familia y decidimos regresar”, señaló Arévalo.
Pero las cosas en Ecuador no resultaron sencillas. Aunque sus hijos son profesionales no encontraron trabajo, por lo que decidieron emprender negocios. Uno de ellos abrió una heladería y otro trabaja en el negocio de filmación de eventos sociales.
Una situación similar pasó Fernando Avilés. Más de 19 años vivió en varias zonas de Europa, en Estados Unidos e incluso en México. Hace un año regresó a Riobamba, e incursionó en el negocio de la comida mexicana.
“Invertí $ 17.000 y los perdí en el lapso de siete meses. Aún trato de salir adelante, es difícil, no quisiéramos irnos de nuestra tierra, pero no tenemos muchas opciones, es muy doloroso, pero sabemos que tenemos que seguir adelante”, lamentó el hombre.
Hasta el momento Fernando se dedica a la música y realiza presentaciones en diferentes provincias del país. “Nunca nos hemos rendido y si debemos empezar de cero lo haremos, pero sí necesitamos la ayuda de instituciones, queremos sentirnos respaldados”.
Forman una asociación
Después de asimilar el caso de cada familia, decidieron que la mejor forma de hacerse notar y solicitar ayuda a instituciones públicas era formar una asociación y que, a su vez, esta genere ideas de negocios.
Por ello, la semana anterior efectuaron la primera feria gastronómica basada en preparar platillos de los lugares donde vivieron por décadas, es así que el parque Guayaquil se llenó de sabores de Europa, América y Asia.
Lasaña, pizza italiana, tartaletas, macedonias, entre otros, fueron algunos de los platos que estuvieron a disposición de la comunidad riobambeña.
“Queremos que sepan que existimos y que estamos aquí para solicitar ayuda, para emprender nuevas cosas. Somos gente de trabajo y deseamos surgir en nuestra tierra”, acotó Arévalo.
Para los ciudadanos que disfrutaron de la comida, este tipo de iniciativas debe apoyarse. “Muchas personas se fueron en épocas duras para el país, pero están retornando y creo que es el mejor momento para ayudarlas”, recomendó el riobambeño Kevin Cevallos. (I)