Quince quebradas que representan riesgos serán intervenidas
Las quebradas son parte del paisaje de Ambato debido a la situación geográfica de la ciudad. Además, constituyen un refugio de animales y plantas nativas.
Pero en los últimos años, estos cauces ubicados al interior de la urbe se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno municipal ambateño y los vecinos de esos lugares.
La preocupación más grande surge cuando se acerca la época de lluvias, ya que las quebradas son el desagüe natural y en los bordes de varias de ellas se han construido viviendas. Ese es el caso de la quebrada de Quillalli, ubicada detrás del Club Tungurahua, en el sector de El Sueño. Allí existe una casa que está edificada literalmente al borde del cauce, incumpliendo la ordenanza municipal que impide este tipo de construcciones.
Un morador del sector, que prefirió no identificarse, manifestó que la gente que construye en esos sitios debería tomar en cuenta el peligro que representa para sus propias vidas y las de sus familias.
Según el vecino, la mayoría de veces se aprovechan las noches y fines de semana para la edifcación de estas casas. Eso se hace con el fin de evitar las inspecciones del Municipio y del Ministerio del Ambiente, que son los organismos encargados de vigilar esta situación.
En la quebrada Quillalli, cada 30 años aproximadamente ha ocurrido un deslave de gran magnitud que ha destruido todo lo que está al paso del agua: casas, sembríos, árboles, etc
El biólogo Mauricio Vargas aclaró que no todas las quebradas se pueden rellenar y que hay que estudiar cada caso para analizar si es factible el relleno o no, porque, según explicó, un desfiladero constituye un desfogue natural de aguas para que en la parte baja de la ciudad no se sufra de inundaciones.
“El año pasado se hizo un inventario de quebradas para analizar el estado de cada una. Ahora estamos ampliando esta información y determinando cuáles necesitan una acción inmediata. Hemos verificado si en cada quebrada existen problemas de basura, construcciones peligrosas, si están siendo rellenadas, si se registran deslizamientos, etc” señaló el experto.
La Dirección de Gestión Ambiental del Municipio determinará con base en ese estudio qué cauces necesitan relleno, “embaulamiento” o trabajos de mejoramiento o mitigación de riesgos.
Provisionalmente, el inventario dio como resultado que las quebradas que necesitan ser intervenidas son 15; entre ellas Morejón (Huachi Grande), Toallo (Huachi Chico), Cantera (detrás del parque la cantera), Jalupana (Palmas-Ficoa) y Quillalli.
Además, se elaboró el Plan de recuperación de la quebrada Pisocucho, ubicada en el sector de La Victoria, por considerar que es una de las que necesitan una intervención inmediata debido al relleno efectuado. En ese lugar se construirá un parque lineal.
Mariana Buenaventura, directora de Obras Públicas del Municipio de Ambato, aseveró que hay ciertas quebradas, como la ubicada en la vía ecológica a Santa Rosa, en las que se está efectuando un levantamiento topográfico que tiene como objetivo conocer las condiciones, dimensiones, propietarios de viviendas cercanas, si existe relleno, la propensión a arrojar basura, etc.
“Las quebradas Rumihuaicu y Abrilhuaycu, que unen las parroquias de Martínez y Atahualpa, se están terminando de rellenar. En este caso particular se puede hacerlo porque son quebradas secas; es decir, no contienen ni se constituyen en desfogues de agua. Cuando se termine de rellenar, se construirá un parque lineal, que contendrá áreas de recreación y zonas para la práctica de deportes.
Esta obra está a cargo de Planificación de Ambiente”, sostuvo Buenaventura.
Pero existen otras quebradas como las localizadas en las parroquias Atahualpa e Izamba, que fueron rellenadas de manera antitécnica por moradores de estos lugares y no tienen canalizaciones externas.
En la actualidad existen más de 120 viviendas asentadas en lugares de gran peligrosidad al filo de quebradas, que en invierno pueden ser objetos de deslaves.