En la comunidad  San Antonio, a 15 minutos del centro del cantón Pujilí (provincia de Cotopaxi), se encuentra el primer centro de formación de sabiduría y conocimientos ancestrales, al que sus creadores han bautizado Herederos de la Pachamama. El lugar fue creado para lograr que la juventud indígena y mestiza  de la zona conozca la cosmovisión andina, la valore y la practique.

La construcción del centro se inició en  2007 y su inauguración tuvo lugar el 21 de junio de 2012  durante la celebración del Inti Raymi, que antiguamente era una ceremonia religiosa andina en honor al Inti (dios sol), que se realizaba durante cada solsticio de invierno en Los Andes. En este evento participaron 12 comunidades indígenas provenientes de diversos lugares del  país.  

Esmeralda Yasig es la Runa Camayoc de la comunidad. Esta dignidad equivale a la de un coordinador o dirigente en las organizaciones indígenas. Yasig relató que la idea de crear un centro de formación artesanal nació más de 20 años atrás, pues veían cómo los valores y conocimientos indígenas estaban desapareciendo entre la juventud aborigen, que buscaba parecerse más a los mestizos y menos a sus ancestros.

Por ello, conjuntamente con su coideario Porfilio Allauca, emprendieron el proyecto. “Muchos nos decían que en 2012 se acaba el mundo. Nosotros les decíamos que para nosotros empezaba un proyecto”, recordó.

El centro está construido en un área de 400 metros cuadrados donados por los padres de Yasig. Allí también se siembran plantas nativas, pues una de las prioridades del centro es recuperar las variedades de papa, fréjol, habas, maíz y demás alimentos que constituían la base de la dieta de los indígenas y que los mantenían saludables antes de la colonización de los españoles.

Los sábados, a partir de las 09:00, el Centro abre sus puertas a los visitantes, que en su mayoría son jóvenes que buscan aprender la cosmovisión andina.

La runa camayoc de la comunidad explicó que se les enseña cómo preparar una comida nutritiva, indicando cada uno de los componentes y propiedades de los productos. “Tenemos papa chaucha, chola, chuquicaca, uvilla, y algunas que todavía no sabemos cómo se llaman. Antes existían cerca de 5.000 variedades de papa”, afirmó.

Además, hay charlas formativas acerca del respeto y la comprensión verdadera del sentido de la Pachamama. “La Pachamama no solo es la Tierra como creen los mestizos. La Pachamama es también el cielo, Dios, todos los seres vivos que habitan sobre y debajo de la tierra”, indicó Yasig

La dirigente explicó que para que el centro esté listo falta un total de 10 mil dólares, que se utilizaría en pavimentar el piso, colocar  teja y acabados menores. La gestión para conseguir los recursos para la construcción del centro  “se tornó complicada”. “El ex prefecto César Umaginga nos ofreció colaborar, pero esta ayuda nunca se concretó”, afirmó Yasig.

Sí recibieron la colaboración de una ONG llamada Heifer International y de una voluntaria francesa, cuya identidad no fue revelada por  un pedido previo. La voluntaria donó 7.000 dólares.

Además, la comunidad se interesó en el plan y participó activamente con mingas sabatinas hasta que el centro estuvo en pie.

“Todos debíamos colaborar, pues este centro es para el beneficio de los nuestros. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado”, dijo el comunero Manuel Tipantuña.

Los estudiantes del segundo de bachillerato de todas las especialidades del colegio fiscal pujilense Provincia de Cotopaxi asisten segmentados en grupos para conocer de cerca cómo se trabaja la tierra. Para ello, Porfilio Allauca les explica las diferentes fases de la Luna y cómo intervienen estas en las siembras y cosechas. Además, del uso de abono natural y no de químicos.

La filosofía del centro es cambiar interiormente para mantener armonía con los seres vivos y semejantes en la Tierra. “Aquí les enseñamos que primero hay que cambiar uno para de ahí cambiar al otro; ir de menos a más y lograr un equilibrio interior y exterior”, dijo Allauca.

El espacio cumplirá este 21 de junio su primer aniversario y como parte de ello se evaluarán los logros obtenidos en este periodo  en la inserción de las nuevas generaciones en la sabiduría indígena.