Desde el año 2006 está en proceso la construcción de la generadora de hidroelectricidad  Hidrotambo, obra que está a cargo de la compañía privada del mismo nombre.

Este proyecto, que generará 7,5 megawatios (MW) de energía limpia, ha producido enfrentamientos entre la comunidad y miembros del Ejército y de la Policía debido a que los pobladores  han mantenido una férrea oposición a los trabajos, alegando, sobre todo, que su acceso al agua se verá  reducido. En total, son ocho comunidades las que pertencen a la parroquia San José del Tambo (3 mil habitantes).

“El último conflicto se produjo en enero de este año, cuando se construyó una toma de agua en San Pablo de Amalí. En aquella ocasión, la gente se enfrentó a la Policía, pero a partir de ahí no ha habido más enfrentamientos”, aseguró Édgar Trujillo, secretario de la Tenencia Política de la parroquia.

“Nosotros trabajamos por la gente y no hemos sido testigos de ningún desalojo por parte de la empresa o de las fuerzas del orden en contra de los pobladores de los recintos o comunidades”, señaló Trujillo, así mismo, en relación con las declaraciones efectuadas  días atrás, por la presidenta de la Comisión ecuménica de derechos humanos (CEDHU),

Elsie Monge, sobre denuncias de expropiaciones masivas en  donde se construyen proyectos de energía.

Además, en la empresa trabajan 100 personas, de las que el 44% pertenecen a San José del Tambo y a sus ocho comunidades. Son tres los poblados  que aportan con personal al proyecto: San Pablo de Amalí,  con 19 personas; Changuil de Vainillas, que cuenta con 15 trabajadores en la hidroeléctrica y la cabecera parroquial, San José,   de cuyos vecinos 10 laboran allí.  

“Hidrotambo trabaja en proyectos de desarrollo en las comunidades, junto con los ministerios, los mismos que son de carácter social y productivo. Además de que somos supervisados, principalmente en el tema ambiental y de procesos, por el Consejo Nacional de Electricidad (Conelec)”, manifestó David Romero, encargado de la socialización, implementación y gestión de proyectos de Hidrotambo.

“Todas las entidades estatales que tienen financiamiento para desarrollo social nos apoyan y entre las principales están el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies) y Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi)”, acotó Romero. 

El funcionario no descartó la influencia de grupos políticos, ecologistas y ciertos dirigentes del lugar quienes, según Romero, influencian negativamente en los pobladores.

“El argumento de la gente es que se va a contaminar el agua del río y que se van a quedar sin ella para  riego, pero eso es imposible ya que en el lugar existe un encañonamiento  (300 metros)  de difícil acceso,  y una vez que genere la energía, el líquido volverá a su cauce normal sin ningún elemento que altere su pureza”, indicó Romero.

Sin embargo, Monge denunció que la obra afectará a muchas familias de San Pablo de Amalí, en  un testimonio  presentado en el video denuncia de la CEDHU sobre el poblado bolivarense en relación al proyecto hidroeléctrico que ejecuta la empresa nacional.

“Ha sido cambiado el caudal del río, afectando las tierras de la orilla (…) Eso, por un lado, es un daño grave, y, por otro, la muerte de los peces que esto ha causado, que es una de los principales fuentes de alimento para las comunidades”, sostuvo la activista.

Por su parte, Edgar Trujillo dice que no existe un argumento consistente para creer que la gente se vaya a quedar  sin el líquido vital ya que “aparte del agua del río, la que no se secará ni estará restringida para las 30 familias de San Pablo de Amalí, ellas también utilizan el agua de vertientes ubicadas en la parte oriental de la ribera del cauce, donde se encuentra el recinto”, indicó el secretario. 

Actualmente, en el río Dulcepamba está instalada la bocatoma para captación del agua. El líquido será transportado por un canal de hormigón de 2 x 2 metros cuadrados que estará cerrado. Luego el agua llegará un tanque de carga de aproximadamente 40 m2, para la sedimentación del líquido; un tubo de presión llevará el agua a la casa de máquinas, donde estarán las turbinas que generarán la energía. Por último, el agua será canalizada para regresar a su cauce normal.       

Los 7 MW que generará la empresa Hidrotambo, que trabajará junto con EmelRíos, se prevé que abastecerán a las poblaciones de San José del Tambo con sus 4 mil habitantes en total y a parte de  la provincia de Los Ríos, abaratando los costos de la electridad.