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El Telégrafo
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Lira Villalva, activista tungurahuense, es la mentalizadora del programa

Prevenir el suicidio, causa social en Ambato

Las campañas de salud mental se realizan con frecuencia en Ambato, Pelileo, Píllaro, Patate y más cantones.
Las campañas de salud mental se realizan con frecuencia en Ambato, Pelileo, Píllaro, Patate y más cantones.
Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo
07 de enero de 2017 - 00:00 - Carlos Novoa

Una excelente vialidad, impulso a la agricultura limpia, adecuada gestión de la basura, desarrollo del sector comercial, entre otros temas, son algunos de los aspectos que caracterizan a Tungurahua.

Además de ser una muestra del compromiso de autoridades locales por mejorar las condiciones de vida de la población, estas iniciativas contribuyen al crecimiento económico local y regional.

Con la finalidad de impulsar el desarrollo humano de los tungurahuenses, en la provincia existen además programas enfocados en velar por la salud mental y evitar problemas sociales como el suicidio. Uno de ellos es Minga por la vida, iniciativa que arrancó en noviembre de 2015 y que hasta la fecha ha reducido significativamente los índices de mortalidad por esta causa en cantones como Ambato, Pelileo, Baños, Patate, Píllaro, entre otros.

Además de campañas de salud integral y charlas motivacionales a jóvenes, la iniciativa involucra asistencia emocional tanto para familiares de quienes se han quitado la vida como para personas que han sobrevivido al intento de suicidio, y un programa semanal de radio.

Lira Villalva, activista social tungurahuense y mentalizadora de la propuesta, explicó que tras cumplirse un año de su creación se busca convertir a Minga por la vida en algo permanente.

“El significado de minga en la cosmovisión andina es unir a toda una sociedad para lograr un objetivo común. Si bien Tungurahua no es la provincia con mayor índice de intentos de suicidio en el país, decidimos juntar los esfuerzos de varias carteras de Estado e instituciones privadas a fin de atacar el problema desde diversos frentes. No se trata de una simple campaña (pasajera), sino de una causa social que apunta a ser permanente y que ojalá se pudiera replicar en otras provincias del país”, destacó.

Unión de voluntades

En Minga por la vida participan los ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Urbano y Vivienda, Deporte, Inclusión Económica y Social, Asociación de Pastores y Líderes Evangélicos de Tungurahua (Asoplet), la Iglesia católica, las universidades Técnica de Ambato, Católica, Uniandes, y gremios de sicólogos y terapeutas voluntarios, entre otros grupos.

Con frecuencia en Ambato y más cantones vecinos se realizan cruzadas de salud mental en las que se evalúa y analiza el grado de estrés, ansiedad y depresión que puede estar padeciendo la población local.

“Si bien el Ministerio de Salud realiza esto con frecuencia, a esta acción se han sumado estudiantes de medicina y sicología de diversas universidades ambateñas. Por medio de evaluaciones y entrevistas directas, los estudiantes evalúan a la gente y detectan casos de ansiedad y depresión crónica, detonantes de un intento de suicidio”, sostuvo Lola Reyes, docente de la Universidad Técnica de Ambato.

Allí además se determina si la persona necesita de apoyo espiritual. En esta parte intervienen la Asoplet y la Iglesia católica de la provincia, con sus grupos de consejería a fin de evitar que las personas que están atravesando por momentos difíciles tomen la fatal decisión.

Galo López, pastor evangélico de Ambato, explicó la importancia de este proceso. “Hay que considerar que una persona que intentó suicidarse y no lo logró, es muy probable que lo vuelva a intentar. Por ello el seguimiento y la asesoría moral y ética son vitales para levantar el estado de ánimo, sin intenciones de inducción religiosa a ninguna iglesia, desde luego, además del apoyo familiar y de las amistades”.

Otro de los ejes de Minga por la vida es la ayuda de profesionales de la salud mental. Ruth Cobo, sicóloga ambateña, explicó que hay muchos casos graves de depresión en los que se requiere incluso medicación.

“A veces el estado depresivo es tal que de forma urgente se debe recetar medicina, de lo contrario la persona empeora. No obstante, antes de esto el paciente debe pasar por una serie de asistencias”, dijo.

Hasta la fecha más de 13 mil tungurahuenses han sido capacitados sobre líneas de apoyo, prevención y asistencia estatal para personas con tendencia suicida.

A fin de llegar a más personas, desde octubre de 2016 se trasmite varias veces por semana un programa radial de cobertura provincial, en el cual se analiza la gravedad del suicidio, informa sobre dónde encontrar asistencia, prevención y se permite la participación de la ciudadanía. (I)

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