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Prefabricación, una opción para la vivienda
La empresa ambateña Holviplas donará una estructura prefabricada de 112 metros cuadrados que podrá ser instalada en cualquiera de las zonas devastadas por el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter, del 16 de abril. Podrá servir como albergue, oficina de mando, hospital, policlínico, escuela y será canalizado por las autoridades.
Manolo Holguín, gerente administrativo, explicó que se trata de un albergue móvil desarmable que cuenta con pisos de polietileno de alta densidad y paredes del mismo material rellenas con este mismo plástico simple y de fácil elaboración. “Este componente permite que se mantenga un ambiente fresco y que rechace los rayos solares. Incluso, toda la estructura va empotrada en columnas que la elevan del piso y que son muy útiles en caso de inundaciones. Además, es un conjunto sismorresistente”.
Estructuras como esta se armaron ya como escuelas en la Amazonía y la que se donará, si se utiliza como albergue, podrá servir a unas 100 personas, según los cálculos de los fabricantes. “El albergue será armado y utilizado en los sectores en donde se necesite en la provincia de Manabí”, dijo Holguín.
Holviplas es una empresa fundada en 1993 y actualmente funciona en la parroquia Totoras, cerca de Ambato. Cuenta con un área de 7 ha y se ha convertido en un parque industrial en el que se establecieron también otras empresas.
“Empezamos como proveedores de polímeros para proveer al mercado local de las suelas de zapatos. Luego entramos a la línea de tubería y accesorios de sanitarios. Contamos con 150 empleados y estamos incursionando en las estructuras prefabricadas, incluso para viviendas económicas y de fácil instalación”, explicó Juan Sebastián Holguín, asesor comercial.
Esta empresa está en capacidad de fabricar dos albergues móviles simples de 54 metros cuadrados por día. También letrinas y tanques para almacenar agua potable de 200 litros de capacidad.
Estas estructuras se arman en menos de 24 horas con la participación de cuatro personas. El costo promedio de cada una es de $ 10 mil. “A futuro se ofrecerán diseños y colores diversos para incursionar en el mercado de las viviendas seguras, rápidas y económicas. No hay límites en la dimensión de estas estructuras”, añadió Juan Sebastián.
Un concepto que gana seguidores
Las casas prefabricadas son viviendas construidas a partir de secciones estandarizadas, que son fabricadas con antelación fuera de su lugar de emplazamiento, y posteriormente son enviadas a su ubicación definitiva para el ensamblaje final.
“En Ambato se están construyendo viviendas en terrenos propios con los materiales tradicionales: bloque, cemento, hierro y eternit. Sin embargo, observamos que los materiales prefabricados alternativos también se han vuelto una opción rápida y más segura ante posibles incidentes como los sismos, deslaves e inundaciones. Hay que abrir nuestras mentes a nuevas alternativas, que no impacten al ambiente”, aseguró Mónica Guevara, arquitecta local.
En Chile, después del terremoto del 27 de febrero de 2010, el sector de la construcción puso sus ojos nuevamente en la madera. Esto ha ocurrido así por su habitabilidad, resistencia a los movimientos telúricos y por la necesidad de levantar rápidamente viviendas de emergencia. En consecuencia, el mercado de este noble material repuntó de manera considerable y ha dejado de lado la utilización del acero, el hormigón y el cemento.
“El plástico (polietileno de alta densidad) es también otra alternativa. Se combina con columnas en tubulares de acero, láminas de acero para las puertas, vidrios a presión, marcos y naves termo soldados, tornillos empernados, elevaciones con pilotes plásticos, etc.”, explicó Sebastián Holguín.
En la capital tungurahuense, las zonas de expansión urbana se están acentuando hacia las parroquias como Izamba, Martínez, Atahualpa, los Huachis, Constantino Fernández, Totoras y otras. La Municipalidad ha empezado a abrir y asfaltar nuevas calles y construir parques y explanadas verdes. (I)