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El Telégrafo
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Las especialidades gastronómicas del lugar se preparan con trucha, gallina criolla y especies menores como el cuy

Píllaro, un cantón con historia y encantos

La temperatura al interior del museo del Complejo El Porvenir es ideal para conservar en buen estado los hallazgos arqueológicos de San Andrés y Huapante.
La temperatura al interior del museo del Complejo El Porvenir es ideal para conservar en buen estado los hallazgos arqueológicos de San Andrés y Huapante.
Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO
24 de junio de 2017 - 00:00 - Carlos Novoa

Ambato.-

El afamado y productivo cantón Píllaro, ubicado a dos horas y media de la capital y a 35 minutos de Ambato, es un rincón tungurahuense lleno de historia y encantos.

En la ‘cuna de Rumiñahui’, como también se conoce a la urbe, existen destinos turísticos muy concurridos, como el valle de Quillán, ruinas arqueológicas y Huapante, uno de los pocos lugares del país en los que aún se elaboran prendas de casimir.

No obstante Píllaro posee otros fascinantes atractivos, ideales para el descanso y diversión familiar. Entre ellos establecimientos recreacionales cuya oferta va desde gastronomía tradicional hasta una variante local de la tauromaquia.

El Porvenir

Uno de ellos es el Complejo El Porvenir. Está ubicado en el sector San Andrés, a ocho minutos del centro cantonal. Consta de 15.000 m2 de áreas verdes en los que hay  criaderos de trucha, un museo, una tarabita y un restaurante.

“El establecimiento abrió sus puertas en mayo del año 2000, con el fin de brindar a las familias de la ciudad, provincia y país, opciones de diversión y entretenimiento variadas. Aquí se puede practicar pesca deportiva en un lago artificial, atravesar varios obstáculos lúdicos sobre el mismo, caminar y hacer actividades de relajación, visitar el museo, dar un ‘paseo de altura’ en la tarabita y degustar platos que se preparan con trucha”, señaló Wilfrido Salas, dueño de El Porvenir.

La pesca se realiza previo un breve curso por parte del personal del lugar. Esta experiencia es una de las que más disfrutan los niños y adolescentes pues simula una pesca profesional en lagos o ríos, además de fortalecer los lazos familiares.

“Los jóvenes amamos salir de pesca con nuestros padres, pero dos de los principales limitantes de esta actividad es el costo de los equipos y las largas distancia a recorrer para encontrar ríos aptos. Aquí es posible practicarla con total seguridad y con cañas propias del lugar; y lo más interesante es que el pez atrapado por cada visitante en el restaurante se convierte en su propia comida”, dijo Gabriela Santamaría, turista frecuente de El Porvenir.

Al igual que ella, cientos de jóvenes visitan el complejo cada fin de semana para divertirse con el curioso ‘toreo’ de borrego, el cual se desarrolla en un pequeño tablado. “La actividad se realiza con un mocho (borrego macho), el cual persigue a los emocionados visitantes al interior de un cuadrante de madera. Cabe destacar que el animal no sufre ningún daño durante el ‘toreo’ pues la emoción de esto es solo correr al ritmo del gracioso mocho”, agregó Wilfrido Salas.

La visita al museo es una actividad infaltable. Allí es posible apreciar vestigios de la cultura Panzaleo, pinturas y hallazgos arqueológicos de Huapante y San Andrés.

Esta pinacoteca está al interior de una pequeña elevación rocosa, en la cual se conservan reliquias como vasijas de barro. El ambiente al interior es muy fresco, por lo que los objetos se mantienen en buen estado”, explicó Armando Lozano, historiador ambateño.

En la parte externa del museo existe un fascinante mirador, espacios de recreación infantil, senderos y criaderos de especies menores. Los precios de las especialidades gastronómicas con trucha, ya sea asada, frita o al vapor, es $ 6; el caldo de gallina $ 3,50, y el plato de choclo con habas $ 1,50. Este último valor se cobra como ingreso para los adultos, $ 1 niños y los adultos mayores entran gratis.

La cañas de pescar son proporcionadas por personal de El Porvenir, quien enseña a los turistas las mejores técnicas. Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO

Complejo El Olimpo

Otro de los establecimientos recreacionales de Píllaro es el Complejo El Olimpo, ubicado en el sector Ciudad Nueva. Allí existe un balneario con piscinas de agua temperada, sauna, turco e hidromasaje, una tarabita, plaza de toros, zona de picnic, canchas deportivas y un restaurante.

“En el complejo existen además huertos en los que los visitantes pueden cosechar frutos y una escuela de toreo que funciona entre semana”, destacó Laura Sarabia, propietaria de El Olimpo. Allí además es posible recorrer las extensas áreas verdes y practicar fútbol, básquet y vóley en las áreas deportivas.

Ambos complejos abren los fines de semana y días feriados. (I)

DATOS

Los propietarios del Complejo El Porvenir planean a corto plazo habilitar cabañas para hospedaje y paquetes turísticos para visitas al Parque Nacional Llanganates.

Además la oferta gastronómica del lugar aumentará en próximos meses debido a la oferta de un plato tradicional de la Sierra: el locro de cuy. Este se prepara con papas, maní, arroz, queso, aguacate y tomate.

La escuela de toreo del Complejo El Olimpo funciona los martes, jueves y sábados. Allí aprenden y practican la tauromaquia, jóvenes del cantón Píllaro, Ambato, Cevallos otras ciudades cercanas.

Las dos piscinas del lugar están  bajo cubierta, lo cual permite a los visitantes bañarse aún en días lluviosos y fríos. Personas de la tercera edad y niños pueden nadar allí debido a que el agua es tibia.

Estudiantes universitarios, grupos juveniles  y jugadores de equipos de fútbol locales, son algunos de los visitantes frecuentes del complejo El Olimpo.

El costo de ingreso con derecho a usar todos los espacios recreacionales para adultos, es  de $ 4 adultos y $ 2 los niños. (I)

Foto: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO

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