La Academia Nacional de Historia Gustavo Pérez Ramírez, después de analizar la trayectoria investigativa y aportes a la cronología de Ambato y del resto del Ecuador, nombró a Pedro Reino, cronista oficial de la capital tungurahuense, como miembro de esta institución.

La comunicación fue remitida el 11 de noviembre por el secretario de la entidad desde la capital y expresa textualmente: “Me es grato informarle que la Junta General de nuestra organización, conoció el informe de la Comisión de Ingresos y Asensos, y, después de haber examinado su hoja de vida, respaldos y libros que sustentaban su candidatura, procedió a la correspondiente votación secreta, que dio como resultado su nombramiento como Miembro Correspondiente. Le expreso mis felicitaciones por la designación…”.

Este hecho llenó de orgullo al historiador, quien además es uno de los fundadores de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Técnica de Ambato. “Me siento muy honrado con la  designación. Esto me compromete aún más a continuar con mi trabajo de desentrañar archivos para poder incrementar el caudal histórico provincial y nacional”, dijo.

Además de esto, Reino agradeció el valioso apoyo de El Heraldo y EL TELÉGRAFO, medios de comunicación escritos que cada semana difunden sus investigaciones.

Victoria Tobar, escritora ambateña, expresó sus felicitaciones a Reino. “Me llena de orgullo saber que un colega escritor es miembro de tan importante institución. Su ardua labor investigativa y poética le han llevado hacia la excelencia”, recalcó Tobar.

A sus 63 años, Reino, quien trabajó por más de una década como docente en el centenario colegio Bolívar, ha viajado por Latinoamérica y Europa exponiendo sus obras y conociendo otras latitudes.

Hace 7 meses se trasladó a Austria donde dictó conferencias en varias universidades, y presentó su libro titulado América: guitarra de otros verbos, que es una recopilación de poesías y composiciones literarias, que fueron traducidas al alemán.

La Academia Nacional de Historia es una institución intelectual y científica, según sus objetivos publicados en su sitio web, está “destinada al servicio de los mejores intereses nacionales y ajenos, por tanto, a banderías políticas, filiaciones religiosas, intereses locales o aspiraciones individuales”.