Alegre, espontáneo, observador y elegante  son algunas características que definen al historiador más conocido de Ambato . 

Nacido en el cantón Cevallos hace 63 años, actualmente Pedro  Reino Garcés es sin duda el personaje con mayor conocimiento sobre la historia, cultura, tradición, folclor, mestizaje, sincretismo ideológico  y herencia indígena de la capital tungurahuense.

Según cuenta, su afición por las letras y la historia la heredó de su madre, una ama de casa que  inculcó en él la importancia del estudio desde muy pequeño.
Su amplia experiencia en investigación antropológica  e historia local y nacional lo han llevado a escribir en diferentes periódicos y diarios de   Tungurahua, Manabí, Guayas y Pichincha.

Quien ingresa a su amplia biblioteca, donde guarda celosamente más de 1.000 libros, se da cuenta de  que él disfruta mucho de la lectura, la poesía y la filosofía.
Recibió  educación primaria en la escuela Gonzalo Grijalva de su natal Cevallos, en la cuál se destacó  como estudiante modelo.

Años más tarde, obtuvo el bachillerato en el colegio Bolívar de Ambato y de allí  pasó a la Universidad Central donde estudió Filosofía y Letras y descubrió su afición por  la investigación de campo y  científica.

Otra de las especialidades que estudió en esa universidad fue  Sociología y, paralelamente, se inscribió en el Conservatorio de Música de Quito, donde aprendió a tocar el violín y obtuvo conocimientos sobre música clásica.

Allí conoció además a  Wilson Pico, renombrado bailarín quiteño con el que estrechó lazos de amistad y con el cuál  pudo intercambiar ideas y puntos de vista sobre las diferentes expresiones del arte.  
En esta época, sus maestros, amigos  y compañeros reconocen su intelecto,  creatividad e imaginación  para la poesía y la escritura.

Estas características, según afirma, las debe a sus años de infancia en su ciudad natal, donde acompañaba a su padre a realizar las tareas de campo, ya que este era agricultor.
El intenso silbido del viento, el canto de las aves, el sonido del río y la gran variedad de colores que se encuentran en los paisajes andinos calaron hondo en su espíritu y sirvieron de inspiración eterna para los poemas, versos y demás composiciones  que escribiría a futuro.

Después de sus años como estudiante universitario, ejerció la docencia en la recién creada Universidad Técnica de Ambato (UTA), en el año  1974.
 A esta institución  estuvo vinculado  durante 38 años, en diferentes facultades.
De igual forma, su hoja de vida cuenta con 10 años de experiencia como docente del colegio Bolívar, donde estudió. 

Posteriormente, ganó una beca para estudiar en el Instituto Caro  y Cuervo, de Bogotá, donde obtuvo un posgrado en Filosofía.
A más de conocimientos  y saberes, a su vuelta al país Reino trajo consigo a quien ahora es su esposa, y a quien se refiere además como su compañera, mejor amiga, soporte y pilar fundamental en su trayectoria profesional y personal. 

Todo este historial le ha permitido fundar 12  revistas locales y escribir más de 120 libros, con buenas críticas.
  “En el Ambato moderno, no hay un escritor tan destacado como Pedro, ya que su forma de escribir es testimonial, las investigaciones que él realiza las hace de forma vivencial y ese es el secreto de la mística que tiene para su investigación, él vive lo que escribe”, manifiesta Carmen Vásquez, amiga de Pedro desde hace 20 años.

Mazorra es un claro ejemplo de esto. Es una novela escrita por Reino y que habla sobre las experiencias tristes y dolorosas de la población indígena, en épocas de la colonia en América.
Otra obra del tungurahuense que merece mención especial lleva por título América: guitarra de otros verbos, que es una recopilación de poesías y composiciones literarias que han sido traducidas al alemán. En abril la obra  será presentada en Austria por  su  autor.   

Una vez expuesta su amplia hoja de vida, Pedro se toma un descanso en lo que él  llama su ‘templo del saber y refugio espiritual’.
 En el tercer piso de su casa, al sur de Ambato, el historiador ingresa a su biblioteca con el firme propósito de terminar la lectura de alguno de los más de 10 libros que tiene entreabiertos en la mesa central del lugar, pero sabe que no le alcanzará la noche entera para cumplir con este propósito. 

Leyes, comunicación, poesía, geografía, antropología, sociología y hasta religión son algunas de las temáticas de los más de 6 mil tomos que guarda y colecciona desde su juventud, y a los que se refiere como su herencia y legado de vida.
“Es un hombre muy metódico, disciplinado y  entregado a la investigación y lectura crítica. Son virtudes que lo hacen el historiador  de Ambato por excelencia”, comenta Rosalva Fonseca, esposa de Reino.

 A pesar de no tener hijos, la pareja  cuenta entre sus herederos a los cientos de estudiantes a los que Reino ha dado cátedra y a los que ha guiado en la realización de sus tesis.
 A más de escribir libros y realizar investigación, en la actualidad Pedro Reino es colaborador de diario EL TELÉGRAFO y escribe  en la página 2 del Semanario Regional Centro.

Esta actividad, según cuenta, es una de las que más disfruta cada semana, ya que puede expresar y plasmar con total  libertad, su pensamiento  y dar rienda suelta a otra de sus pasiones, la escritura.
“La pasión con la que escribe y lo elegante de sus versos, hacen de este espacio el preferido de los lectores” señala Gabriel Basantes, lector.