Los patateños no han dejado de conmemorar, en Tungurahua, el terremoto que ocurrió hace 218 años en el cantón. Con el tiempo, esta conmemoración se volvió una fiesta religiosa que celebra la vida y el turismo. Este año no será la excepción.

Según el alcalde, Medardo Chiliquinga,  aunque el gran remezón del 4 de febrero de 1797 causó desolación y muerte, produjo un hecho que hasta hoy se considera un portento: el hallazgo de la imagen de Jesucristo flagelado que en la actualidad se conoce con el nombre de Señor del Terremoto.

“La fiesta es la expresión de fe, devoción, tradición y comprometimiento patateño para realzar de diversos modos el potencial que esta tierra fecunda posee para la región y el país”, explicó Chiliquinga.

Patate es un valle situado a unos 40 minutos de Ambato, en la vía que se conecta con el cantón Baños de Agua Santa. En su territorio, en la última década, florecieron las hosterías y los huertos frutales y de plantas ornamentales.

Lo que más identifica a este cantón es la producción diaria de chicha de uva y de arepas de zambo.

La peregrinación al Templete es un recorrido de fe y entrega que parte desde la Basílica del Señor del Terremoto.

El Templete está considerado como un sitio histórico y simbólico por el hallazgo de la imagen en el asentamiento antiguo de esta ciudad que es conocido como Patate Viejo.

Las fiestas empezaron el 15 de enero y se prolongarán hasta el lunes 17 de febrero. Dentro del programa oficial de fiestas se desarrollará hoy el cross country patateño denominado Ruta de las mandarinas, a las 09:00, desde el parque Simón Bolívar.

El pregón será el sábado 31 de enero por las calles de la urbe, a las 16:00. Cinco horas después, se efectuará la eucaristía y luego la procesión que partirá de la basílica.

El festival gastronómico será el domingo 1° de febrero en el parque Simón Bolívar, 09:00.