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El Telégrafo
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La estabilización de los paredones inició en mayo de 2012 y estaba previsto que termine hace 2 meses

Paso Lateral sigue funcionando a ‘media llave’

Debido al peligro por deslaves y constante bajada de rocas a la calzada, los conductores la transitan con cierto temor. Este anillo vial de 32 kilómetros une la parte norte de Ambato con los barrios del sur. Foto: José Morán.
Debido al peligro por deslaves y constante bajada de rocas a la calzada, los conductores la transitan con cierto temor. Este anillo vial de 32 kilómetros une la parte norte de Ambato con los barrios del sur. Foto: José Morán.
20 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Regional Centro

“Creo que hablo por todos los tungurahuenses cuando digo que la culminación del Paso Lateral de Ambato se está convirtiendo en una utopía. Pese a que es una obra que beneficia a todos los sectores productivos de la provincia, no nos imaginábamos que 9 años después de su inauguración, las obras complementarias aún no terminen, frenando por lo menos en el 50% la capacidad vehicular de esa vía”.

Con esta explicación, Marcelo Gavilánez, productor ambateño, se refirió a una de las mega obras viales de esta provincia, cuya utilidad real es causa polémica y debate.

Disgustado y con prisa por llegar temprano a la feria del lunes, Juan Marcelo Gavilánez, agricultor de Izamba, se refiere a la situación actual del paso lateral de Ambato, solución vial que conecta la zona norte con el sur de la ciudad sin necesidad de atravesar el casco urbano.

Gavilánez cultiva y comercializa col, acelga, coliflor, espinaca, berro, nabo, zanahoria y brócoli. Cada lunes viaja desde Izamba, al norte de la ciudad, hacia el mercado mayorista de Ambato, considerado el centro de comercio, expendio y acopio de productos agrícolas más grande del país, ubicado en el sur de la capital tungurahuense.

Los lunes la feria inicia desde las 06:00 y congrega a la mayor parte de productores agrícolas de la zona.

Esta escena se ha repetido durante los últimos años, a mitad del recorrido. Los 2 carriles permanecen cerrados. Foto: José Morán / El Telégrafo

Los comerciantes que allí laboran no limitan su actividad a la urbe ambateña, ya que los demás días viajan a plazas y mercados de ciudades cercanas como Pelileo, Riobamba, Guaranda, San Miguelito, Cevallos, Pujilí, Saquisilí y Latacunga para realizar sus ventas.

Los taludes, amenaza constante

Para los comerciantes de productos agrícolas movilizarse a Saquisilí y Latacunga no presenta problema alguno, ya que la vía que conduce a ambas se encuentra en buenas condiciones.

Sin embargo, para desplazarse a otras localidades, el recorrido por el paso lateral es obligatorio.

“Ni bien fue inaugurada la obra presentó serios problemas. De las paredes de ciertos tramos -en ambos lados- se desprendían grandes rocas cada vez que llovía. Esto obligaba a interrumpir el flujo vehicular por el inminente peligro de sufrir un choque al momento de evitar las piedras”, manifestó Lorenzo Buenafuente, agricultor de la zona.

La obra fue abierta al público en julio de 2005 y desde entonces la situación no ha cambiado en aspectos de fondo. La caída de piedras y tierra en la actualidad no se limita al invierno, pues en algunos tramos del recorrido se puede observar material descendiendo constantemente, por la inestabilidad del terreno.

Esto hace que los conductores que transitan a diario por ese lugar viajen en 2 de los cuatro carriles que fueron habilitados, generando un intenso tráfico entre las 07:00 y las 10:00. De igual forma, en la tarde la acumulación de carros que desean avanzar a velocidades moderadas hacia el sur, o viceversa, se acentúa desde las 16:30.

Los datos técnicos

El Paso Lateral de Ambato tiene un recorrido total de 32 kilómetros y su construcción fue financiada con un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), a un costo inicial de casi $ 38 millones.

Su ejecución inició en enero de 2000 y tras 5 años de trabajos fue entregado en 2005, a pesar de que el contrato tenía como plazo diciembre de 2002. Es decir, tuvo tres años de retraso.

El desprendimiento de material en los taludes obligó a plantear un nuevo proyecto para optimizar la capacidad total de la vía.

Con el objetivo de terminar con este inconveniente, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) ejecutó la estabilización de los taludes. El proyecto arrancó en mayo de 2012 y estaba previsto que concluyera en mayo de 2014, con una inversión inicial de 18’818.374,20 dólares.

La situación actual

Los trabajos de estabilización, al momento, se localizan en el paredón que se ubica a la mitad del recorrido. Por la gran carga de rocas, arena y piedras que tiene esa pared, el tráfico en los dos carriles adjuntos se ha suspendido.

Allí, operarios de la empresa constructora Duayine, encargada de la estabilización, realizan constantes patrullajes por las zonas afectadas.

Hasta el kilómetro 5 de la entrada norte, la situación está estabilizada. Los declives, que no son muy altos -como en el interior del paso lateral- están debidamente controlados y cuentan con un grueso revestimiento de hormigón, clavos estabilizadores y amplios canales que facilitan el desagüe en la temporada de lluvias.

Los dos carriles paralelos a los taludes, que en principio son unidireccionales, se encuentran habilitados las 24 horas. Debido a los trabajos del lugar, el 80% del recorrido de los otros 2 carriles se encuentra cerrado.

En la entrada sur del paso, muy cercana al Mercado Mayorista, mercado América y del Polideportivo Iván Vallejo de Ambato, la situación es similar, se encuentra en buenas condiciones.

El número de beneficiados de esta obra asciende a 500.000 personas, entre habitantes a lo largo del recorrido, transportistas y usuarios de la vía en general. El avance de obra (estabilización de taludes), según el MTOP, es del 80%.

Usuarios inconformes

No solo los productores agrícolas se quejan por las condiciones de la vía. Las molestias abarcan a otros sectores de la población.

Los conductores que a diario transportan mercaderías desde el norte al sur de la ciudad, o viceversa se quejan de que casi nunca pueden cumplir con los horarios de entrega. Hay ocasiones en que la vía está saturada de vehículos y otras en las que se encuentra cerrada por los continuos deslizamientos de material pétreo.

Eduardo Santana, conductor de una furgoneta con textiles proveniente de Pelileo (sur) y con destino al Parque Industrial de Ambato (norte), afirmó que muchas veces evita esta vía para no tener inconvenientes con el horario.

“Espero que se complemente esta obra lo antes posible, porque es muy peligroso circular por allí, especialmente cuando llueve. Hace algunos meses, cayó un aguacero y se podía ver claramente que en la curva antes de llegar al puente, había muchas piedras que caían directamente a la calzada. Así que decidí no ingresar más, pese a la necesidad de llegar pronto a la parte norte por mi actividad comercial” afirmó.

Habitantes de sectores ganaderos como Cunchibamba, La Florida, Unamuncho, El Pisque, Izamba y otros también muestran contrariedad, porque la carretera no recibió obras complementarias.

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