Recorrido de 40 cuadras por el Niño Rey de Reyes
Es una de las conmemoraciones religiosas más grandes de Chimborazo porque consigue reunir cada año a un promedio de 10 mil devotos en las calles de Riobamba.
Ellos demuestran así su fe por la imagen del Niño Rey de Reyes. Cada 6 de enero, cuando se recuerda a los 3 Reyes Magos, miles de personas salen desde el oratorio del barrio Santa Rosa y recorren las principales calles en dirección a la iglesia de la Loma de Quito.
Este templo fue escogido debido a su ubicación. “Hay muchas personas que no pueden acceder por diversas circunstancias, pero al ser una zona alta es fácil de divisar”, dijo Gonzalo Mendoza, uno de los custodios de la imagen.
Los devotos recorren 40 cuadras con la imagen; participan además 130 grupos de danza formalmente inscritos y cuyo desempeño se planifica con meses de anticipación.
“Sin embargo, al momento de salir arriban danzas de diferentes lugares del Ecuador. Lo hacen motivados por la fe y el agradecimiento. Muchas veces hemos llegado hasta 200 grupos”, explicó Eduardo Mendoza, organizador y custodio del Rey de Reyes.
Los personajes
Entre los personajes que acompañan en estas festividades constan los diablo humas (en castellano cabeza de diablo).
Según la leyenda, un hombre solitario tuvo la visión de unos seres que bailaban en su patio. Tenían 2 caras, grandes orejas y narices y pies cubiertos con pelaje y tocaban la flauta con gran maestría.
Este hombre, cuya identidad se desconoce, imitó desde entonces a estos seres y dejó el legado a quienes le conocieron. Cada año participaba con mucha vitalidad en la fiesta del Inti Raymi.
A la vez en el desfile se observa a los payasos tradicionales, quienes han formado parte de la corte de reyes y faraones desde tiempos inmemorables como una muestra clara de tributo a quien se considera Rey para gobernar a un pueblo.
El Sacha Runa, a quien se le atribuyen los bailes con movimientos bruscos.
Historia del Niño Rey de Reyes
En 1797 llegó a las manos de Javier Mendoza la imagen del Niño Rey de Reyes, aunque se desconoce quién la esculpió se presume que fue obra de Manuel Chili Caspicara.
Este afamado escultor indígena del siglo XVIII, conocido por su fe católica, realizó detallados trabajos de Cristos crucificados de gran realismo por sus llagas y heridas.
Algunas de sus obras están en museos de Ecuador y de Europa.
Así empezó esta tradición que hoy lleva más de 200 años en Riobamba. En aquella época se la celebraba con familiares, allegados y amigos. Las jochas formaban parte importante de la celebración, es decir que las personas llevaban tributos al Niño como conejos asados, papas y choclos.
Con los años la costumbre de salir a las calles y recorrer varios sectores con la imagen en brazos se volvió popular y se extendió, pues incluso se mencionaron milagros recibidos por los asistentes.
Esto intensificó el fervor de acompañar al Rey de Reyes, un título que le fue otorgado a Jesucristo. Con el tiempo, Javier Mendoza entregó la imagen a su hijo, Segundo, con el fin de continuar con la procesión y este nombró a sus 7 hijos custodios de la figura y ellos mantienen la organización año tras año.
Los devotos llegan de otros países. Algunos lo hacen de Estados Unidos y España y escogen el 6 de enero para visitar Riobamba para sumarse a la caminata y el desfile como muestra de agradecimiento por las bondades recibidas.
“Cada año hago el esfuerzo de venir. He recibido tanto y por eso dejo todo: trabajo, casa y obligaciones. Es mi fe lo que me impulsa”, aseguró Fabricio Cevallos, creyente.
Este año y por segunda ocasión el Niño Rey de Reyes recorrió 8 cuadras a la redonda del Palacio de Carondelet en Quito el pasado 10 de enero.
“En La compañía de Jesús, en la capital, nos fue solicitado y concurrimos hasta allá. No podíamos negarnos así que el Niño Rey de Reyes estuvo con los devotos en la capital del país”, añadió Gonzalo Mendoza, custodio de la imagen.
Solo para los devotos, el Niño Rey de Reyes permanece expuesto al público hasta el 6 de enero.
Luego de esto su ubicación se mantiene anónima, esto con el fin de evitar que se sustraigan la imagen, pues en Riobamba nadie olvida todavía lo que ocurrió con la Custodia que fue robada del museo de Las Madres Conceptas en 2007. (I)