En el sector de Inchapo, en el kilómetro 7 de la vía Pujilí–Latacunga, se encuentra el botadero de basura de Latacunga. Allí se depositan a diario 80 toneladas de desechos.

La Empresa Pública de Aseo y Gestión Ambiental (Epagal), contrató a la consultora CAV para que realice un estudio técnico que determine la factibilidad de cerrar el actual botadero y construir un relleno sanitario en el mismo lugar.

Según Francisco Estrella, principal de la empresa, el actual botadero cuesta al Cabildo, 300 mil dólares anuales.

Hace 10 meses, incluso, se invirtieron 200 mil dólares, en la contratación de maquinaria para que aplanara la basura que se encontraba como una gran bola.

Ahora, 50 personas se dedican a buscar objetos de utilidad entre los escombros. La mayoría son mujeres. Trabajan de 09:00 a 12:00 y cuentan con uniformes, mascarillas, guantes y gorros.

Si se concreta la construcción del relleno, que le costaría al Municipio $ 8’000.000 de inversión, se tiene planificado que los pepenadores, como se conoce a los minadores de basura, se integren en el proyecto y puedan seguir laborando.

Para Rosa Través, moradora del barrio Chugchilán, la edificación de un relleno es urgente, pues aunque su vivienda está ubicada a poco más de 1 km del botadero, durante los días soleados, ella, su familia y los vecinos perciben el mal olor que despide la basura acumulada.

La mujer indicó que llegó a vivir al lugar hace 20 años, cuando ya existía el vertedero. “Pero en la actualidad aumentó la población y hay más basura. Creo que estamos expuestos a enfermedades por la cercanía a tantos desechos”, comentó la moradora.

La consultora CAV entregará los estudios en julio. En estos constará un balance del impacto ambiental que se produjo durante los 30 años de existencia del botadero.

“Con el informe se va a definir el grado de contaminación y a buscar mecanismos para la mitigación”, indicó Estrella. Los botaderos de cielo abierto deberán desaparecer en un período máximo de 2 años. La meta se debe cumplir máximo entre 2016 e inicios de 2017. Salcedo es el único cantón de Cotopaxi que cuenta con un relleno sanitario.

Mientras que Sigchos forma parte de un convenio de cooperación técnica firmado por 31 gobiernos con el Ministerio del Ambiente, para lograr el cierre técnico este año.