Hasta el Municipio de Colta llegaron ayer familiares y amigos de los tres menores y una mujer fallecidos  tras el naufragio de la embarcación en la que paseaban en la laguna de la población. Los chicos, oriundos de la parroquia Cacha, son: Katherine P.,  de 5 años; Ronny  T., de  3;  Jordán P., de 6 y la ciudadana, Sarita J., de 30.

La quinta víctima, que también es menor de edad, fue llevada por sus allegados hasta la parroquia Pangor, para  los funerales. Jorge Naula, quien viajaba en la parte superior del bote de propiedad del Municipio, afirmó que la nave llevaba exceso de pasajeros.

Explicó que al dar la vuelta se viró debido a que el peso estaba en un solo sitio. Familiares de las víctimas denunciaron que en el centro turístico no existían seguridades y que muchos de los chalecos salvavidas no estaban en óptimas condiciones.“El chaleco hacía que me hundiera porque no estaba inflado”, dijo Johnny Andino, sobreviviente.

Hasta el Cabildo llegó un equipo técnico del Ministerio de Turismo con el objetivo de conocer si la entidad contaba con los permisos pertinentes para ofrecer servicios turísticos.

Walter Herrera, coordinador Zonal (e) de la cartera de Estado, aseveró que  existen Municipalidades que se arrogan competencias que no les corresponden. “La misión de cada Gobierno Autónomo es prestar un servicio público y el turismo es una actividad lucrativa, que según la Ley de Turismo le corresponde a personas jurídicas con fines de lucro a través de una concesión correspondiente. Estamos aquí para determinar si se ha cumplido con esta disposición y si la institución cuenta con los documentos de regla”, expresó.

Mientras, elementos de la Policía resguardan la entrada al centro de distracción. El Municipio, en un comunicado, señaló que tras mantener una reunión con los concejales, pastores, diáconos y familiares de los fallecidos, acordó continuar con el dragado de los sedimentos, coordinar las actividades de seguridad ciudadana y seguir promocionando el turismo.