Los incendios forestales de 2012-2013 activaron una alarma sin precedentes en Chimborazo, lo que motivó campañas preventivas para disminuir los incidentes en 2014.  

Según el Ministerio del Ambiente de Ecuador (MAE) hace 2 años se perdieron 2.064,04 hectáreas de bosques.

En 2013, el fuego arrasó 1.170,25 hectáreas de las cuales 181,65 eran de la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo y el Parque Nacional Sangay. Las 989,59 hectáreas restantes fueron plantaciones forestales, industriales, matorrales y ecosistemas del páramo andino.

La mayoría de quemas fueron intencionadas, según el informe oficial, y sucedieron en sitios inaccesibles. Por ejemplo, en septiembre de 2013, en la parroquia Quimiag, el fuego duró 3 días y solo la lluvia consiguió sofocarlo. 

Hugo Merino, director provincial de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), aseguró que las campañas de prevención y las capacitaciones son permanentes. “Esto derivó en una disminución de las emergencias de un 57% en relación con 2012”, recalcó el funcionario.

La socialización del daño, en su opinión, llegó a la conciencia.