Entre enero y julio de este año la Unidad de Investigación de Accidentes de Tránsito (UIAT) registra un  aproximado de 300 accidentes en la provincia de Chimborazo,  en los cuales se han reportado varias víctimas mortales. Según los informes preliminares, la mayoría de los siniestros  se suscita por exceso de velocidad.

En  julio de 2013, se reportaron 90 accidentes de tránsito y  21 muertes como consecuencia de ello. Dentro de esa cifra se  incluye el volcamiento de un autobús en el sector de Aipud (Alausí), de la cooperativa Santa disco número 74 que  partió desde  Quito con destino a Cuenca. Sin embargo, al llegar al sitio conocido como la “curva de la muerte”, el automotor perdió pista y se estrelló, cobrando la vida de siete personas.

Los informes preliminares indican “que existió una huella de frenado de 46 metros”, aunque todavía no se da a conocer un documento final. 

El último accidente de tránsito se reportó el miércoles pasado en el sector Chinihua (en la vía San Juan-Guaranda). Se trató de un choque entre una camioneta y una camión que dejó como saldo cuatro muertos.

Fernando Mora, jefe del UIAT en Chimborazo, señaló que  mientras a más velocidad se encuentre un automotor, más fuertes serán las consecuencias. “Sin duda, la velocidad representa un factor importante, no le permite frenar a tiempo; en caso de que se cruce una persona por el camino, no hay cómo realizar  una maniobra para evitar el atropellamiento. Debemos manejar con los cinco sentidos, pues la impericia de los conductores influye mucho para los accidentes”.

Pero pese a las campañas de concienciación que  realiza la Jefatura de Tránsito, los conductores siguen excediendo el límite de velocidad en las vías.

“Entregamos cerca de 2.000 citaciones al mes a los conductores que no respetan las señales de tránsito; sin embargo, no hacen caso de la señalización y pasan por alto muchas advertencias. El fotorradar trabaja día y noche en el control de la velocidad y se han entregado de 30 a 40 citaciones diarias por exceder el rango moderado”, indicó Miguel Bravo, jefe de Tránsito. 

Las autoridades  indicaron que la falta de conciencia vial al momento de sentarse tras el volante es la principal causa de accidentes. “La negligencia, impericia, inobservancia a la normativa de tránsito es lo que causa estos sucesos que enlutan familias enteras; ni siquiera el semáforo se respeta. Se debe manejar a la defensiva, hay situaciones que sí se pueden prevenir, no es algo que no podamos evitar”, dijo Bravo.

Las escuelas de capacitación vial profesional y no profesional mantienen dentro de su malla curricular asignaturas que permitan desarrollar una conciencia vial.

Por ejemplo, el Sindicato de Choferes Profesionales del cantón Colta en la parte teórico-práctica imparte Educación Vial, Psicología Vial, Relaciones Humanas, y en la parte solo teórica se analizan con casos los efectos  de manejar a exceso de velocidad y las consecuencias de conducir bajo la influencia  del alcohol.

“Si las personas no toman conciencia de lo que es manejar, los accidentes continuarán. Nosotros como Policía seguiremos con nuestras campañas para poder llegar a las personas. Lo hacemos de forma permanente en los distintos establecimientos educativos, escuelas de conducción. No dejaremos de enseñar a las personas la responsabilidad que conlleva manejar un auto o una moto”, indicó Fernando Mora, de la  UIAT.

En tanto, la Jefatura de Tránsito de Chimborazo tiene planificado para las próximas semanas, efectuar controles a peatones que infrinjan la Ley de Tránsito.