La comunidad Machay es conocida por su clima veraniego y subtropical. Está situada a 11 kilómetros de Baños de Agua Santa y a 7 de río Negro en la provincia de Tungurahua.

El río del mismo nombre forma  una serie de caídas de agua y su recorrido, de algo más de 7 km, toma a los turistas entre 2 y 3 horas. En el trayecto se destacan 2 cascadas: Manantial del Dorado y Machay.

En promedio, 600 visitantes por semana llegan allí los sábados, domingos y feriados. Machay está dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Llanganates.

No muy lejos de este atractivo natural se encuentra uno de los refugios artificiales para mariposas más completos de la Sierra centro.

Fue adecuado con plantas autóctonas, hospederas y comederas. El predio, de 100 metros cuadrados,  alberga a este tipo de insectos en todas sus fases de crecimiento. Abre sus puertas los fines de semana a turistas de diversas edades que desean aprender más sobre la metamorfosis.

Una vez dentro, el primer género que se pueden observar se denomina satiridae. Está presente en todo el Ecuador, pero en cada región cambia su aspecto.  

Protegidas por unas cajas-albergue, diseñadas especialmente para cuidar los huevos, las larvas e insectos pequeños de esta familia comen y reposan tranquilas.

Otras especies que se pueden apreciar son la pieridae, colias, papilionidae, perisama, lincanidae y catastitas, entre otras.

Este lugar fue adecuado por el baneño Ismael Aldás Villafuerte, quien empezó sus trabajos de investigación de las mariposas autóctonas del país  por  iniciativa de un entomólogo inglés.

La entrada al mariposario cuesta $ 1 para  adultos y 0,50 centavos para niños menores de 12 años.Aldás es guía investigador y en la actualidad conoce casi como nadie las diferentes especies y clasificación de mariposas que habitan Tungurahua y el resto del Ecuador.

Gracias a su trabajo existen 2 clases de mariposas que llevan su nombre y su apellido: perisama ismaeli y perisama aldasi.

Y otra mariposa denominada insigno casnia taisae, que significa ‘única en el género’ en latín. Fue llamada así en honor a su hija Taís.

La forma entretejida de las plantas huésped y los vivos colores de las flores que nacen de ellas brindan un ambiente ideal para la convivencia de diferentes especies.

Para mantener el clima apropiado, entre 23 y 30 grados, un domo recubierto de un plástico especial impide el paso del frío y del viento. En este entorno, los visitantes se sienten acogidos.

“Las escuelas y colegios deberían organizar excursiones y visitas regulares al mariposario. De este modo, los estudiantes se darían cuenta de lo frágil que es el ecosistema de las mariposas y sus crías. Solo así se reforzaría la conciencia ambiental”, dijo Lourdes Villanueva, turista quiteña que es parte de 80 viajeros que llegan a este sitio cada semana.

El Mariposario de Machay está en el kilómetro 16 de la vía Baños-Puyo, a tan solo 15 minutos de esta primera ciudad y atiende los sábados y domingos de 09:00 a  17:00.

La entrada cuesta $ 1 para los adultos y 0,50 centavos para los niños menores de 12 años y adultos mayores.

La visita a este lugar es una excelente forma de divertirse y aprender, ya que su propietario enseña  a los más pequeños a entender que una mariposa no es solo un lepidóptero hermoso, sino que ayuda a la naturaleza.

Cada género tiene de 20 a 30 especies, dependiendo de las variaciones climáticas. Aldás enfatiza en la conservación del ambiente mediante charlas. “Deberíamos tomar más conciencia en la conservación. Cuando destruimos la naturaleza sentenciamos a muerte al planeta entero”, aseguró el experto.