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Mariana Buenaventura, la “kiwani” que acoge niños

Mariana Buenaventura, la “kiwani” que acoge niños
02 de febrero de 2014 - 00:00

Es una mujer elegante y su presencia no pasa inadvertida en ningún lugar. Escucha con el rostro serio a sus interlocutores y medita las respuestas porque sabe que lo que dirá es un compromiso de honor.

Así es Mariana Buenaventura, una ingeniera civil de profesión que a pesar de haber ocupado una diversidad de cargos públicos y particulares, siempre tiene tiempo para ejercer el voluntariado en la organización internacional Kiwanis.

Una especie de fraternidad humanista que empezó con un club en Canadá en 1916 y que ahora está en 96 países con más de 600 mil socios. En Ecuador, se establecieron 26 clubes y Buenaventura es su “gobernadora” nacional, una palabra impresionante, en apariencia, pero que conlleva el ejercicio de una mayor responsabilidad y una enorme dosis de servicio.

El primer vínculo social

¿Cómo se involucró Mariana Buenaventura con el servicio social? Ocurrió en la universidad en Portoviejo (Manabí).

En la capital provincial le hablaron de Kiwanis y ella investigó más sobre esta organización mundial. Finalmente, en 1998 se asoció al Club Reales Tamarindos de Kiwanis. Entonces, trabajaron en favor de  los adultos mayores, en el área de quemados del hospital local, promovieron campañas de desparasitación infantil y también operaciones gratuitas de labio leporino.

Con esta experiencia retornó a su natal Chone donde formó, con 20 amigas más, el Club Naranjos en Flor Kiwanis. Consiguieron medicamentos para desparasitación, contra la gripe y ropa para los niños y niñas. Asistieron a más de 10 mil infantes de esa localidad.

DATOS

Kiwanis lleva cerca de 50 años de trabajo en el Ecuador. Tiene 26 clubes y más de 500 socios. La meta es llegar a 2.000.

Mariana Buenaventura
trabajó como supervisora nacional de proyectos para el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), Praguas y el Banco Mundial.

Con la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Ambato (Emapa) laboró como contratista de obras.  

Cuando se abrió un concurso en el Municipio de Ambato y tras la entrevista con 6 técnicos consiguió el puesto de Directora de Obras Públicas del Cabildo
En esa época, las inundaciones causaron profundos estragos en la economía local y en el ánimo de sus habitantes, y el club local, con la guía de Buenaventura, se involucró a fondo en la gestión de donaciones de clubes afines de Manta y Quito.

Fue nombrada gobernadora de la Zona 3 Kiwanis y en 2 años ayudó, con Peter Espinosa, su esposa y María de Lourdes Valarezo, en la formación de grupos similares en Calceta y Tosagua.

En 2000, por su trabajo como contratista de obras, viajó a Ambato (Tungurahua) y en la capital provincial impulsó la formación de 3 clubes: Aguacollas, Ángeles Ama y Hambato, sí con la H, en relación a los sapitos llamados ‘hambatos’, cuyo apelativo es el posible origen de la palabra que da nombre a la capital de la provincia de Tungurahua.

Buenaventura fue capacitada en noviembre de 2013 por Kiwanis Internacional, cuya sede está en Indianápolis en Estados Unidos. Estuvo una semana recibiendo capacitación en liderazgo.

En la actualidad, Buenaventura es gobernadora del Distrito Ecuatoriano de Kiwanis Internacional (DEKI). Como nunca antes, el país  apareció  en el escenario mundial, pues esta agrupación nacional se involucró, por ejemplo, en la campaña global kiwani denominada The Eliminate Project (El Proyecto Eliminado), que busca ayudar a 129 millones de madres y a sus futuros bebés, erradicando el tétanos materno y neonatal,  para lo cual se hace necesario recaudar 110 millones de dólares.  

¿Por qué es importante esta campaña? Porque el tétanos neonatal es una enfermedad prevenible, y con frecuencia mortal, resultado de prácticas antihigiénicas  realizadas durante el alumbramiento, y que exponen el cordón umbilical a las bacterias del tétanos.

Esta enfermedad roba la vida de 60 mil bebés y de un número elevado de mujeres cada año. Los efectos de la enfermedad son muy dolorosos, los recién nacidos sufren constantes y dolorosas convulsiones y extrema sensibilidad a la luz y al contacto.

Cuando Buenaventura da a conocer estas cifras siente un estremecimiento. “Hace poco donamos 1.250 dólares a nuestra organización internacional para salvar a 700 madres embarazadas porque para ayudarlas se necesitan 3 vacunas, cada una cuesta 1,80 dólares.

Es un grano de arena en esta acción mundial contra el tétanos, que pretende hasta 2015 invertir en la eliminación de este mal”, explica Buenaventura, tras reiterar el pedido de aportar a los integrantes de los 26 clubes ecuatorianos para esta cruzada humanista mundial.

Solidaria desde niña

No puede evitar que se le quiebre la voz cuando habla sobre  los recuerdos de su familia. Según ella, el sentimiento de solidaridad fue sembrado por sus padres Angelita Loor, maestra de escuela y costurera, y Wellington Buenaventura, comerciante de telas y propietario de una hacienda en Chone.De sus 7 hermanos,  5 viven y también son kiwanis, al igual que su hijo.

Estudió en la escuela Abdón Calderón y siguió en el colegio Gonzalo Grijalva de Chone y se marchó a Portoviejo para seguir Ingeniería Civil en la Universidad Técnica.

Durante las prácticas en los sectores rurales conoció de cerca la necesidad y marginalidad en las que vivían las personas. Pero lo que conmovió su espíritu fue mirar a un niño que no podía mover sus manos.

“Pensé inmediatamente en coordinar con los kiwanis una campaña para ayudar a esas personas. Leti Loor de Zambrano, mi tía, con quien viví 18 años después de la muerte de mis padres, me ayudó en la campaña solidaria y allí empecé, y solo pararé hasta que Dios lo diga”, afirma Buenaventura con una profunda fe católica, mientras derrama unas lágrimas por sus padres y tíos.

Buenaventura es gobernadora del Distrito Ecuatoriano de Kiwanis Internacional (DEKI)


Mariana actualmente ocupa la Dirección de Obras Públicas de la Municipalidad de Ambato.
En la vivienda de sus parientes se programaban los proyectos de desparasitación, entrega de ropa y noches de cine para obtener dinero suficiente para comprar medicinas.

Estas actividades las alternaba con su profesión como contratista de obras. Sus primeras obras fueron unas canchas deportivas en Jama.

Por causas laborales se estableció hace 11 años en Ambato. Hoy es Directora de Obras Públicas de la Municipalidad de Ambato.

Su agenda siempre está llena, pero ella se da tiempo los fines de semana “para servir”, como ella dice, en promover también la educación en valores en niños y niñas de diversas comunidades rurales.

‘Niños guapos en Navidad’ fue una actividad reciente. Solicitaron la ayuda de estilistas para cortarles el cabello a los infantes y les obsequiaron jabón, toallas, vasos y charlas sobre la importancia del aseo y los valores humanos.

Cuentan también con la fundación Kiwanis, con la que pueden armar proyectos y conseguir el apoyo internacional. De se modo realizaron una campaña de desparasitación en Chone en 2003.

En octubre próximo concluirá su labor como gobenadora kiwani, pero no piensa detenerse. “Esta organización es su vida. Mariana es generosa y desprendida. Muchas veces la he visto financiar con su sueldo acciones humanitarias. La conozco cuatro años”, manifiesta  María del Carmen Medina.

A la par, la abogada Nory Molina opina: “Ella es noble, si promete algo da por hecho que lo cumplirá y lo hará muy bien”.

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