Publicidad

Ecuador, 28 de Febrero de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo

Publicidad

Comparte

La ceniza del Tungurahua y el calentamiento global afectan al nevado Chimborazo

Mapa de riesgos permite conocer mejor el impacto de los deshielos

Técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos han recorrido las zonas aledañas al Chimborazo para realizar mediciones y analizar la evolución del fenómeno.
Técnicos de la Secretaría de Gestión de Riesgos han recorrido las zonas aledañas al Chimborazo para realizar mediciones y analizar la evolución del fenómeno.
-

Los habitantes de las comunas Santa Lucía de Chuquipogyio, Silveria y Calshi de la parroquia San Andrés, en el cantón Guano, se alistan para tomar las medidas de seguridad basadas en el mapa de riesgo que entregó el Instituto Geofísico. Esto en relación con los deshielos del volcán Chimborazo que se acentuaron a finales de 2015 por causa del calentamiento global.

En la casa comunal de la parroquia San Andrés, decenas de habitantes de las poblaciones afectadas se reunieron con las autoridades. Allí recibieron las proyecciones que indican de forma relativa lo que podría suceder en caso de que ocurrieran nuevos deshielos.

El mapa señala los sitios por los que descenderían los lahares o flujos de sedimento y agua. Esos puntos inician a 4.240 metros de altitud en las faldas del Chimborazo. Luego bajarían por la quebrada Yambo Rummy, hasta la cota de 3.880 m s.n.m, (Frutapamba). En ese lugar los lahares se dividirían para formar 2 canales.

Es entonces que iniciaría el descenso de material en dirección de las zonas pobladas. En este caso la comunidad Santa Lucía de Chuquipogyio, una de las más afectadas, pues está ubicada a 3.540 metros de altura. Allí viven 124 familias que se dedican a la agricultura.

Sin embargo, tras los eventos de los últimos meses los pastos que solían ser verdes muestran el paso de grandes rocas y masas de lodo. Ese material ya ha destruido 37 hectáreas de sembradíos y decenas de animales de granja perecieron.

“Con la entrega de este material informativo, nosotros podremos establecer los sitios seguros donde acudir en caso de que vuelvan a ocurrir los deshielos. Esa información la socializaremos en las comunidades para que cada familia sepa lo que debe hacer”, explicó Milton Bravo, presidente de la junta parroquial de San Andrés.   

Desde diciembre de 2015, los habitantes de Santa Lucía de Chuquipogyio, Calshi y Silveria han vivido momentos de zozobra. Los periódicos deslizamientos han puesto en riesgo a más de 1.000 personas.

Las huellas del fenómeno todavía son visibles. Hay árboles caídos y rocas interfiriendo el paso.

Los 2 primeros deslaves de magnitud ocurrieron en diciembre de 2015. Un tercero, también de proporciones, le siguió en abril pasado y otro más en mayo. “Por ahora todo está tranquilo, pero siempre estamos intranquilos. Las rocas que bajan son inmensas y algunas han tapado quebradas que servían para desaguar la acumulación de las lluvias”, dijo Bravo.

Los técnicos calculan que alrededor de 2 millones de metros cúbicos de material han descendido del nevado. Esto equivale a más de 200 mil volquetas.

Por eso se dañó el sistema de agua entubada, el agua de riego, algunas vías de segundo orden, incluso el kilómetro 145 del poliducto de Petroecuador y un tramo del tren que sirve para la ruta del denominado Tren del Hielo.

En la actualidad se realizan la reapertura de vías, la limpieza de la línea férrea, así como la estabilización del poliducto que no presenta inconvenientes. Además, las comunidades, en coordinación con autoridades efectuaron varios simulacros y escogieron sitios de protección.

“Hicimos asambleas para determinar las zonas seguras. Todos colaboramos porque los deshielos bajan muy rápido y tenemos miedo de no alcanzar a llegar”, manifestó Segundo Paca,  presidente del tribunal de la comunidad Santa Lucía de Chuquipogyio.

¿Por qué ocurre este fenómeno?

Francisco Vásconez, vulcanólogo del Instituto Geofísico (IG), explicó que los deshielos del Chimborazo se deben a factores externos. Descartó que fueran por  una reactivación del volcán, cuya última erupción fue hace más de 1.000 años.

El científico citó, por ejemplo, el efecto de la ceniza del proceso eruptivo del volcán Tungurahua que se encuentra a 40 kilómetros en línea recta del Chimborazo. También mencionó el fenómeno de El Niño que ha elevado la temperatura del glaciar del nevado a partir de los 4.900 metros de altura.

Debido a esta situación, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), el Instituto Geofísico (IG), Fuerzas Armadas y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) iniciaron en mayo los estudios georreferenciados para determinar los sitios más vulnerables. Esto permitirá recomendar soluciones en favor de los habitantes de las zonas aledañas al nevado.

“Se realizaron sobrevuelos, fotografías satelitales, varios recorridos para determinar los puntos vulnerables y entregar mapas que permitan acciones por parte de las diferentes instituciones”, dijo Mario Ruiz, viceministro de la SGR.

Entre otras cosas, los estudios demuestran que Santa Lucía de Chuqipogyio, la comunidad más afectada, se ubica a 4,5 kilómetros de donde se originan los lahares. Es decir que las personas tendrían 10 minutos para buscar sitios seguros hasta que llegue el material.

Habitantes de la Silveria, sitio por el cual pasa la línea férrea, contarían con 15 minutos, y los de Calshi, con 20. Estos datos se los obtuvo mediante registros de las manchas que dejaron los anteriores deslaves.

Los técnicos de las instituciones recalcaron que este estudio debe usarse como herramienta  de precaución. Pero no se asegura que las cosas pasarán tal y como se dice en los mapas. “La naturaleza es impredecible y ella decide por dónde salir, pero los mapas nos ayudarán a buscar soluciones”, indicó Pablo Morillo coordinador Zonal 3 de la SGR. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media