En  1945, tras haberse superado los daños provocados por las erupciones del  Cotopaxi, los latacungueños nombran a la Virgen de las Mercedes como Patrona Contra la Furia del Volcán.
Desde ese entonces,  las celebraciones se dan cada  24 de septiembre, con el desfile de la Mama Negra o Santísima Tragedia.

Esta es una fiesta de connotación  religiosa, pues cuenta la leyenda que en uno de los estallidos del coloso, los habitantes de la época sacaron a la imagen en procesión hasta la loma de El Calvario y que aquello lo calmó.

La festividad es organizada por la Asociación de Vivanderas de La Merced y la Asociación de Devotos y Donantes el 23 y 24 de este mes, y por las vivanderas de El Salto el 29 y 30.
Al igual que la Mama Negra de septiembre,  la  de noviembre  organizada  por el Gobierno Autónomo  Municipal, (con motivo de las fiestas de independencia de Latacunga), tienen cinco personajes principales pero con  diferencias.

El de la Mama Negra de septiembre utiliza una máscara ocultando su rostro, para permanecer en el anonimato, pues su fe en la virgen es su motivación para participar en la comparsa, mientras que este personaje en noviembre, solo pinta su rostro de negro. Es importante destacar su nombre, pues ello le da prestigio. 

El Ángel de la Estrella de septiembre es una niña que representa la pureza, mientras que del otro mes es un hombre joven. Ambos dedican coplas de veneración a la virgen.
El Embajador en este mes es un niño escogido por ser fiel devoto de la imagen y está dispuesto a rendirle homenaje, en noviembre este personaje no existe.
El Capitán  es el “amante” de la Mamá Negra y baila junto a ella, en los dos meses. Viste ropa militar y porta una espada, 

El Rey Moro es un niño que viste pantalón y blusa de un solo color, cubre su espalda con una amplia capa vistosa y llamativa, en noviembre es un hombre adulto que posee una capa más pequeña.
Los personajes de la Mama Negra de este mes se delegan de generación en generación y no se nombran cada año, como en la comparsa municipal.

La primera se realiza por medio de la  donación de bandas de pueblo, comparsas, juegos pirotécnicos y ashangas.
“No sabremos cuánto dinero se invierte en total, pues todo es una donación”, aseguró Hipatia Espín, de la Asociación de Vivanderas del Mercado La Merced.
Espín recordó que previo a la festividad hay mínimo cuatro meses de preparación de bailes bandas, coplas y demás. Siete días previos al desfile los devotos y donantes participan de la novena, la misma que concluyó el viernes.

El sábado  se realizó la serenata en el atrio de la iglesia de La Merced, el domingo, los fieles prepararon las ashangas (ofrendas de carne, frutas y otros alimentos) y alistarán la ropa de las comparsas.  El lunes desde las 10:00, la Mama Negra desfiló con más de 60 delegaciones.
Estas festividades atraen a decenas de turistas de distintos rincones del país.
Para finales de mes se espera una mayor presencia de visitantes.

Reactiva el comercio  informal

Rocío Iza tiene 36 años, es madre soltera de dos hijos y se dedica a la venta de tortillas de maíz. Este oficio lo ejerce desde que tenía 11 años.

Normalmente vende de 15 a 25 dólares diarios, pero en estas fechas llega hasta a 40 dólares.
 Al ser  informal, una de sus principales preocupaciones es encontrar un lugar fijo.  “Debo encontrar un buen lugar. A veces los dueños de las casas no lo permiten, igual los policías”, dijo, mientras empacaba un funda de un dólar con cinco tortillas en su interior. Como Rocío, aproximadamente 200 comerciantes propios y foráneos se dedican a la venta de jugos, golosinas, papas, chifles, habas, pelotas de plástico, gafas, sombreros, cervezas, helados, mote, cevichochos, y hasta juguetes. “No se les puede permitir ingresar a la calle durante la comparsa porque impiden que los integrantes puedan bailar y tapan al público, por ello se les pide que desalojen” comentó un policía municipal.