Los usuarios reclaman más buses hacia las parroquias
El malestar de la gente que vive en los sectores rurales de Ambato es constante por la escasez de buses. Una de las razones es el aumento de la población en esas áreas.
Rita Zurita, moradora de la Parroquia Quisapincha, toma el bus de la cooperativa de transporte con el mismo nombre a las 07:00. Debe ingresar a su trabajo a las 08:00. Si no toma el bus a la hora indicada, debe esperar alrededor de 30 minutos para que otro bus la recoja, lo que le significa atrasarse.
Como ella, varias personas se quejan del pésimo servicio, mal estado de las unidades y la escasez de frecuencias. Esto crece en horas de la noche. Esto lo vive a diario Luis Asas, de 26 años, quien sale de su trabajo a las 19:30 y no suele encontrar bus para viajar a la parroquia Pasa, al suroeste del cantón.
De igual manera, en las denominadas “miniterminales”, ubicadas en la avenida Bolivariana (sur de la ciudad) y en el redondel de la parroquia Huachi Chico, todos los días se puede observar que los buses rurales salen repletos de personas, y las largas filas aumentan en horas pico.
En esos sectores, los buses intercantonales e interparroquiales solo se estacionan un par de minutos para coger pasajeros; sin embargo, la congestión vehicular resulta desesperante y la delincuencia aprovecha de esas circunstancias para cometer sus fechorías.
Trajano Sánchez, del Municipio de Ambato, dijo que es necesaria la implementación del Plan Maestro de Movilidad y Transporte. Con él se prevé satisfacer las necesidades del público mediante un mejoramiento del sistema de transporte público y la dotación de paradas y terminales suficientes y especializadas para el transporte de pasajeros.
Jofre Moposita, dirigente de la Asociación de Trasporte Jerpazsol, sostuvo que las zonas rurales cuentan con el suficiente número de unidades de transporte y frecuencias y calificó como “absurdo” el incremento de las mismas. Y sostuvo que con el Plan de Movilidad se pretende disminuir el incremento del parque automotor y con ello el colapso del tránsito y tráfico en la ciudad.
Esto mientras la ciudadanía vive auténticas odiseas cada día.