Los pueblos también son patrimonios intangibles
Uno de los pueblos que mantienen sus costumbres, tradiciones ancestrales y fiestas autóctonas es el pueblo Salasaca, lo que le permite ubicarse como un Patrimonio Intangible del Ecuador.
Muchos historiadores coinciden que los Salasacas descendienden de mitimaes (pueblos migrados a la fuerza por los incas). Otros aseguran que son descendientes de culturas ecuatorianas como los Panzaleos. Y para ellos mismos, el Salasaca viene del mismo Tawantinsuyo.
Franklin Caballero, whirak qhamak del Museo Ancestral de Salasaca, indicó que, sin importar el origen, lo valioso es respetar a sus ancestros, la religión, gastronomía, creencias, entre otros aspectos. Pero lo más importante destacó es “respetar nuestra vestimenta. Por ejemplo, el poncho negro, que significa respeto y tristeza por la extinción de los incas”. Características como esa los hacen un patrimonio intangible.
Edwin Coello, historiador cotopaxense, afirmó que cuando se habla de patrimonio intangible conlleva a rescatar el capital social, cultural, invisible, étnico y costumbrista que abarca valores, conocimientos, sabiduría, tradiciones, formas de hacer, de pensar, de percibir y ver el mundo de acuerdo al territorio de un pueblo.