Hay 250.000 personas sancionadas por la utilización indebida de la línea telefónica en el país
Los padres deben enseñar buen uso del 911
Según el artículo 396, numeral 3, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), las personas que realicen llamadas falsas al Sistema Integrado de Seguridad (SIS) ECU 911 serán sancionadas con prisión preventiva de entre 15 y 30 días.
El cuerpo legal, que entró en vigencia desde el 10 de agosto, clasifica a esta falta como una contravención de cuarta clase y fue incluida en la normativa, debido al alto índice de este tipo de llamadas que cada mes recibe esta central a escala nacional.
Washington Cando, subdirector zonal del ECU 911 de Ambato, con jurisdicción en Cotopaxi, Pastaza y Tungurahua, explicó que esta pena será aplicada a quienes causen una movilización innecesaria de recursos de las instituciones de emergencia.
“Se entiende por llamada falsa cuando una persona marca a esta dependencia para notificar de alguna emergencia y cuando los organismos de atención inmediata, como la Policía Nacional, Bomberos, Ministerio de Salud, Agencia Nacional de Tránsito, Fuerzas Armadas o Cruz Roja llegan al lugar de los hechos y comprueban que no fue real. En ese caso se sancionará con prisión de hasta un mes, pues un aviso falso implica desplazamiento o activación innecesaria de recursos humanos y tecnológicos de las instituciones mencionadas”, precisó.
En ese contexto, aclaró, se entiende por llamada malintencionada cuando una persona marca el 911 con el único objetivo de reírse, molestar, burlarse o insultar al interlocutor, en este caso, el operador.
La sanción a esta falta se aplica desde 2012. Ese año, el ECU911 y la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) crearon un reglamento para el uso del número de emergencias que normaba las sanciones a las personas que hacían mal uso de la línea única.
La meta de todo esto, según Cando, es crear conciencia sobre el uso correcto, sobre todo en padres y personas adultas, pues una llamada falsa o malintencionada involucra un gasto innecesario.
Además, la línea telefónica que haya sido utilizada por 3 ocasiones para hacer llamadas irreales será suspendida por un mes. En caso de reincidencia esta sanción se extendería a 6 meses y si pese a esto, continúa el mal uso se la suspendería permanentemente.
Hasta ese entonces, no había un instrumento legal que regulara a los infractores. Por eso, hace 3 años se registraba un 80% de llamadas falsas y malintencionadas. En la actualidad ese porcentaje se redujo a 41%.
De abril a julio de 2014, el ECU911 de Ambato recibió 569.588 llamadas: el 25% fue catalogado como normales.
El 44,6% no tenía interlocutor; el 25,3% era para consultas; el 4,2% era de llamadas malintencionadas; el 0,5% corresponde a errores del sistema telefónico y el 0,15% era de timbradas falsas. “En mi casa trato enseñar a mis hijos de 11 y 8 años a marcar solo en caso de una emergencia grave, pues uno no sabe cuándo ocurrirá un incendio u otra calamidad. Yo creo que esto debe ser la misión de todos los adultos”, aseguró Teresa Rosero, madre ambateña.
La estadística nacional
A través de la página web del ECU 911, César Navas Vera, director nacional del SIS, informó que en el país se reciben diariamente 20 mil llamadas: 7 mil son reportes de emergencias reales.
También hay 250 mil personas sancionadas por uso indebido de la línea. Durante este verano, más de 10 mil niños a escala nacional, que participaron en los Campamentos Vacacionales de Buen Vivir, recibieron charlas sobre el manejo apropiado y participaron en visitas guiadas a las instalaciones de la central de emergencias.
La educación familiar
Norma Chávez, psicóloga y educadora de primaria, manifestó que la concienciación sobre el buen manejo de los recursos de seguridad nacional debe ser fomentada en los hogares. “Se educa con el ejemplo. Si los padres enseñaran que con una llamada se puede salvar una vida, de seguro habría muy pocas llamadas malintencionadas, pues los responsables de esto de seguro son niños o adolescentes”, dijo.
Chávez indicó, además, que no necesariamente se debe esconder el teléfono de casa para evitar estas infracciones, pues durante una emergencia real se podrían evitar accidentes, agresiones o muertes.