El ambiente soleado y seco, la escasez de lluvias y las prácticas erradas de realizar quemas causan incendios forestales que mantienen en vilo al personal de emergencias de la Sierra centro.

Según la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), en lo que va del año 570 ha de vegetación han sido arrasadas por el fuego y superan las 235 ha que se registraron en el 2015 en Tungurahua. De los 9 cantones, Ambato es el más afectado con 261 ha incineradas, le sigue Píllaro con 106 ha, Pelileo 100 ha, Baños 71 ha, Tisaleo 10 ha, Patate 13 ha y 5 ha en Quero, Cevallos y Mocha.

La mayoría de estos incendios han sido provocados, según las indagaciones de la SGR. Solo en la última semana, el Cuerpo de Bomberos de Ambato reportó 28 incendios en esta jurisdicción.

Los sitios intervenidos fueron los espacios verdes de la Unidad Educativa Rumiñahui, Aguaján (2), Pasa, Tilulum, Pishilata, Pucarumí Centro, Camino Real en la entrada a Santa Cecilia (2).

También en Tangaleo, Av. El Cóndor y Av. Bolivariana, Pilahuín (3), Constantino Fernández (2), Chibuleo San Francisco, Totoras (2), Tiugua, Calle Matías Delgado y Santander, Samanga, La Península, Picaihua, Huachi grande, calle Gonzalo Zaldumbide y Noboa Caamaño, Huachi La Joya e Illagua Grande.

En Chimborazo, en la parroquia Pungalá un incendio forestal se mantiene activo desde el domingo pasado. Más de 100 ha de vegetación se han perdido.

Con palas en mano, ramas y pisafuegos, más de 100 personas de las instituciones del Ecu 911, 65 militares, 35 bomberos y 150 comuneros del sector intentan sofocar las llamas. Este siniestro, que se presume fue provocado, inició en el cerro Peltetec a 20 kilómetros de la parroquia Pungalá. Los vientos fuertes lo propagaron rápidamente por pajonales, colchones de agua y vertientes que sirven para riego en las comunas, Puniguayco, Quishcacuayco, Chusga, Dal Dal y Anguiñay.

La candela se encuentra sobre la cordillera lo que dificulta las tareas. En lo que va del año, según la SGR, en Chimborazo se han perdido en el fuego 1.111 ha de vegetación. El período más crítico ocurrió entre agosto y noviembre.

“Tratamos de dar con los culpables. Algunos moradores dicen que es gente de esta zona. No podemos dejar esto en la impunidad porque se destruyó gran cantidad de vegetación”, aseguró Efraín Allaica, vicepresidente de Pungalá. (I)