Los estudiantes de Chibuleo saben que la timidez es su adversaria
A pesar del inevitable cansancio de la tarde, que en el páramo se siente como una pesada frazada sobre el cuerpo y sobre el ánimo, los estudiantes del club de periodismo de la Unidad Educativa del Milenio Chibuleo sonríen al mirarse en las páginas del Dominical Centro de diario EL TELÉGRAFO.
Como suele ocurrir en estos casos, los chicos de entre 12 y 16 años, criticaban los gestos de quienes aparecían en primer plano en las fotos que fueron desplegadas a todo color en las páginas centrales.
El regocijo se vivió en mitad de una práctica en los talleres de periodismo que se realizan ininterrumpidamente cada viernes, entre las 13:30 y 15:00, como parte de las actividades extraescolares, según un convenio firmado entre este diario y el Ministerio de Educación (MinEduc).
Durante las clases
Curiosidad es la palabra que mejor define a los chicos que asisten a los talleres del club de periodismo.
¿Qué es un periodista? ¿cuál es su trabajo y sus técnicas? ¿cómo se aproxima a las fuentes informativas? Son algunas interrogantes que los jóvenes aprenden a responder.
También se entrenan para trabajar en grupo. Se entrevistan entre ellos, para conocer mejor a sus compañeros de aulas de quienes apenas sabían el nombre de pila antes de empezar con las clases.
El instructor les recuerda que deben proyectar la voz, mirar fijamente a los ojos del interlocutor y mantener una postura corporal correcta para ganarse la confianza y el respeto de los entrevistados.
Estas técnicas son anotadas con prolijidad en los cuadernos y se encierra con un círculo el objetivo esencial: luchar y vencer a la timidez que en los estudiantes de las zonas rurales es más acentuada.
“Los conceptos están claros, pero me cuesta ponerlos en práctica. Cuando hablo en público me da miedo mirar a los ojos y las caras de la gente. Algunos se burlan y esperan que me equivoque y eso ocurre y me siento mal”, comenta con sinceridad el estudiante Ángelo Quisingo. Junto a él, su compañera Mariela Flores asiente con un movimiento de cabeza.
“A mí me da vergüenza dirigirme directamente a una fuente para entrevistarla, pero veo que debo aprender a hacerlo para obtener información”, comenta la joven. Todos ahora hacen su mejor esfuerzo.