Los dulces tradicionales ambateños se expusieron en una feria
¿Qué es el dulce de membrillo? La pregunta la hizo un chico de 13 años llamado Rodrigo dentro de la Plaza Cívica y Mercado Urbina, en el centro de Ambato. Allí se celebró el Primer Festival de Dulces Ambateños con fines turísticos y de conservación de las tradiciones culinarias de temporada.
“Una vez mi abuela me habló de esta fruta, pero nunca supe qué era. No sé si será rico o feo”, añadió este estudiante de la Unidad Educativa Bolívar que en aquel momento pasaba por ese lugar.
“El membrillo es una fruta de piel amarillenta y pulpa áspera y granulosa y tiene varias pepitas. El dulce que se obtiene es muy sabroso y nutritivo”, le explicó Estela Reinoso, una de las concursantes en el festival mientras le obsequiaba un pequeño recipiente plástico lleno con el pegajoso postre.
El membrillo se ha vuelto un producto exótico porque casi ya no se lo siembra, a pesar de que fue el compañero de mesa de las familias ambateñas hace 50 años. “Hay poco ya. Lo conseguí en el cantón Cevallos en una propiedad donde hay árboles de membrillo muy antiguos. Otra porción conseguí de una señora mayorcita en la plaza Primero de Mayo. El membrillo se pela, se corta en cuatro trozos para extraer las semillas y así se pone a hervir meciendo continuamente. Se añade limón y otros ingredientes secretos. Se come con pan, galletas o queso. Mis abuelos lo usaban como complemento al plato de la fanesca”, dijo Reinoso.
El membrillo, según los nutricionistas, contiene vitaminas y minerales. Tiene una acción cicatrizante, ayuda a eliminar el ácido úrico y es desinfectante.
Esta y otras informaciones obtuvieron gratuitamente los asistentes a este festival que a muchos despertó gratos recuerdos. En la zona central del mercado se colocaron cinco mesas con manteles blancos. Las participantes colocaron sobre ellas sus preparaciones espesas, coloridas y sabrosas dentro de recipientes plásticos transparentes que permitían apreciar su matices y texturas.
Había también dulce de frutilla, durazno, manzana local, babaco, higo, tomate de árbol, guayaba y arroz con leche.
Ana Lucía Chugchilán vestía un impecable delantal y usaba gorro y guantes blancos. “A mí me tocó preparar el arroz con leche. Se cocina y cola el arroz y en la leche pura se añaden las especies como azúcar, canela, pasas, crema de leche y condensada. Esta costumbre se ha perdido y agradecemos por este tipo de eventos que permiten informar a las nuevas generaciones”, dijo Chugchilán, quien trabaja 12 años en ese mercado.
Una mesa se adecuó para los miembros del jurado calificados que fue integrado por María Custode, reina de Ambato; Salomé Marín, presidenta de la Comisión de Turismo del Municipio; chefs profesionales, entre otros.
“Dentro de los parámetros de calificación constan color, textura, preparación, higiene y conocimiento con puntaje del 1 al 5. Felicito a los organizadores para rescatar las técnicas ancestrales culinarias que hay que mantenerlas por cultura de identidad”, aseguró Patricia Llerena, gestora gastronómica del Instituto Tecnológico Superior Agronómico Luis A. Martínez.
Las concursantes prepararon los dulces en ollas de barro calentadas en leña. Esta condición se cumplió al pie de la letra y eso le confirió a los productos un sabor diferente y delicioso. “Estas frutas se dan en nuestra zona. Son nutritivos y se pueden usar en diversas preparaciones para tortas, pan colada, postres, dulces y más. Son recomendables para todas las edades, especialmente para los niños y adultos mayores”, añadió Llerena.
La gente no dejaba de sonreír al saborear los manjares. Las participantes en cambio se mostraban inquietas y trataban que sus espacios de exhibición permanecieran limpios y ordenados.
“La manzana ambateña es muy adecuada para hacerla dulce. Se cocina peladas y en agua. Luego se las vuelve a lavar y se dejan al fuego por dos horas. Eso es todo”, explicó Patricia Sislema, encargada de elaborar este potaje que lo obsequiaba con galletas y trozos de pan. Ella prepara jugos en le puesto 36 del mercado Urbina.
A propósito de este centro de expendio, el administrador Ignacio Carrasco, aportó con algunos detalles. “Este concurso es interno y el próximo año se hará a nivel nacional. Este mercado tiene 250 comerciantes que ofrecen frutas, legumbres, carnes, ropa y más. Hay un parqueadero para 110 vehículos vigilados con cámaras de video. La hora de estacionamiento cuesta $ 0,40”.
Este es el único sitio para venta de productos que posee en su terraza una plaza Cívica para eventos. “Ofrecemos también el almuerzo estudiantil de $ 1 para los jóvenes que porten su carné y necesitan alimentarse mejor. Los jueves tenemos conejos y cuyes asados, caldo de gallina y otros platos típicos. Atiende a diario desde las 06:00”, dijo Carrasco. (I)