Ayer, minutos antes de las 07:00, alrededor de 100 personas conformaron 7 equipos de búsqueda. Siguen el rastreo por tierra y por agua a los 8 niños desaparecidos en el río Oyacachi, cantón El Chaco (Napo).

El 15 de junio se accidentó una camioneta doble cabina -que no tenía permiso para transporte escolar- con 9 menores que estudiaban en la Unidad Educativa del Milenio “Santa Rosa”. Los cuerpos del conductor y de una niña fueron rescatados a las pocas horas.

“El clima no ayuda, sigue lloviendo, solo el domingo salió un rato el sol” dijo ayer el suboficial Rensso Córdova, del Cuerpo de Bomberos de Quito. (I)

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Henry Castro, padre de un niño

"Hasta que Dios me dé fuerzas buscaré a Aaron"

Aaron era un niño feliz, inquieto, le gustaba jugar y manejar la bicicleta. Todo el mundo lo quería, son muchas cosas que tengo de él. No sé qué voy a hacer sin mi hijo, él era una parte importante de mi vida. El viernes pasado (24 de junio) cumplía cinco añitos.

Yo voy todos los días a la búsqueda, el tiempo no nos acompaña, hay días en que el río baja, pero en la tarde vuelve a subir y nos complica las tareas; entonces ya no tenemos playa donde buscar y  suspendemos la tarea.

Es angustioso porque ya llevamos muchos días sin resultados, y no es el caso solo de mi hijo sino de ocho familias. Pero de mi parte yo voy a seguir, lo voy a buscar hasta cuando Dios me dé fuerzas. La última fuerza que me quede será para buscar a mi hijo. (I)

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Paulo Morales, padre de un niño

"Baruc ahorraba para comprar sus animalitos"

Ese trágico día mi Baruc se levantó a las 6:30 aproximadamente, se aseó, se vistió desayunó, pidió la bendición y con mi esposa lo salimos a dejar en el recorrido. Le mandamos en la parte de atrás de la cabina, en donde viajaba siempre.

No me imaginé que era la última vez que lo veríamos. Era muy lindo, tengo  esperanzas de que los encontremos. Estaré en la búsqueda hasta las últimas para encontrar a mi hijo que apenas tenía 5 años. Gracias a Dios las autoridades nos ayudan en las tareas.

Los primeros días yo no quería ir a la casa, me sentía mal, no asimilaba que mi hijo no esté allí. Mi esposa es un poquito más fuerte, ella me da valor y fortaleza, pero me vienen a la mente los planes y metas, ilusiones con mi hijo. Él quería cuidar animales, le gustaban mucho los perros, los pollos.

Cuando mi suegra, que se llama Blanca, le regalaba una moneda, él se guardaba para comprar un pollito de los pequeños y lo criaba. En la escuelita la profesora me dijo que les iban a premiar a los mejores alumnos, entre ellos estaba mi hijo. (I)

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Inés Montesdeoca, profesora

"Cada día todos los compañeritos rezan por ellos"

Todavía no puedo asimilar que ya no estén aquí mis dos alumnas, Jamileth Erazo y Danna Chingal. Las recuerdo como unas niñas buenas, obedientes, cumplidoras, alegres, traviesas, con sus locuritas, pero muy dulces y obedientes.

Aún no tengo el valor para recoger los trabajos de las niñas, algún momento me armaré de coraje y recolectaré las cositas para poder acercarme a los padres y entregarles todo.

Los compañeritos las recuerdan, todos los días hacemos oraciones de peticiones a la entrada y a la salida de clases. Le pedimos a Dios que guíe a los rescatistas para que las puedan encontrar y para que sus padres puedan tener un poco de tranquilidad y que por lo menos se les dé sepultura.

Hay mucho dolor, sufrimiento. Cuando se enteraron del accidente los niños se abrazaron, lloraron. Hoy preguntan cuándo volverán las compañeritas. Pido a todos que nos ayuden a orar a rezar, para que puedan ser encontrados estos angelitos. (I)

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Bertha Bravo, maestra

"Dianita era la segunda mejor estudiante"

Los recuerdos son muy tristes, Dianita Chiquimba era una niña tan linda, espontánea. Ella ocupaba el segundo lugar entre los mejores estudiantes. Es muy doloroso no saber nada de ella, una niña inteligente que empezaba su vida y quizá se le truncó el haber podido ser una gran profesional.

Ella tiene 7 años y una gran facilidad de expresión, retención y colaboraba mucho en clases. Soy la única maestra que me atreví a entregar las cosas a sus papacitos, porque en un sueño se me apareció Dianita cubierta de luz, bien blanquita y con un baulito pequeño. Ahí ella me dice: ‘tenga señorita’ y me entregaba algo.

Intenté interpretar el sueño y creí que quería que se le perdone algo, entonces recogí todas sus cositas, y entre ellas, encontré una Biblia y un perfume, creo que de su papá, entonces pensé que a lo mejor se trajo calladito y quería que se le perdone por esta travesura. Todo lo puse en una cajita y lo entregué a los padres. Ella no me llamaba por el nombre, sino me decía ’mi profe’. (I)

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Diego Guerrera, tío de dos niños

"Cinco hermanos continuamos la tarea de rastreo"

Mis sobrinos Dianita, de 7 años y Neymar, de 4 años, eran un amor, no hacían mal a nadie, eran muy cariñosos y tiernos. A mí me decían el tío negrito o el tío amor, porque eso era lo que yo les daba.

Yo vivo en la población de Borja, siempre venía a visitarlos o ellos iban allá, pero ahora que ha sucedido esta desgracia dejé mi trabajo con reemplazo y estoy aquí para encontrarlos. Mis 5 hermanos hemos venido a ayudar en la búsqueda.

Llevamos días metiéndonos a las orillas del río sin tener resultados, también fuimos en bote. El papá está en la zona de la Palizada en el rastreo de los niños, la mamá está con nosotros porque es muy arriesgado que ella se meta a esos sitios.

No vamos a parar hasta no encontrarlos, pido que nos sigan apoyando todos, les agradecemos pero no nos abandonen para no perder la esperanza. El abuelo, mi papá, está mal, él está en silla de ruedas rezando y sufriendo por no poder venir acá a ayudar y nosotros mal porque no encontramos rastro alguno. (I)

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Jonhs Salazar, comandante de los bomberos

"Esta desgracia nos ha golpeado  a todos..."

Vivo desde los 4 años en El Chaco, tengo más de 50 y me siento como un auténtico oriundo. Esta desgracia nos ha golpeado a todos porque El Chaco no es grande, todos nos conocemos, y a más de eso, la mayoría de los padres de los niños desaparecidos son jóvenes a los que vi crecer.

Aquí los diferentes organismos del Estado, de las provincias así como población están apoyando desde el primer día. Vienen de Quijos, de Tena, Baños, en fin, pero yo pediría que quienes puedan nos ayuden con recursos para continuar con la búsqueda, porque para esa tarea se requiere de recursos para  alimentación, hospedaje, combustible, logística, etc.

La Secretaría de Gestión de Riesgos y el Ministerio de Inclusión Económica están cubriendo gran parte de los gastos, hay grupos que tienen autonomía, esto es la capacidad de automantenerse en gastos y costos, y eso es lo que se requiere porque la decisión es trabajar en la búsqueda el tiempo que sea necesario. (I)