Los cuernos son armas necesarias en la actualidad
Dicen que son ellos, los diablos que están ahora en esta galería, los que ofrecen el disfrute de la vida como una tentación. Para ello disponen de una enciclopedia de maldades: amores, abortos, armas, adulos, aguardiente, bienvenidas, burradas, concubinatos, componendas, condecoraciones, chanchullos, disfrutes, demagogia, despilfarro, excitaciones, fiestas, fornicaciones, ganancias, hímenes, ilegalidades, impudicias, jolgorios, jodiendas, leguleyadas… Preguntémonos, ¿de dónde surgen estas maldades? ¿El diablo no es el espejo en el que se miran los corruptos? ¿Cómo se sentiría usted con tantos cuernos? Más bien la pregunta sería: ¿para qué necesita tantos cuernos? Hay que tenerlos, y dientes agudos, y lenguas listas para defenderse también.
El diablo hominizado, es decir, hecho hombre, como habita entre nosotros, necesita que le salgan cachos por cualquier lado porque uno debe estar preparado para saber de dónde puede provenir un ataque.