Los cambios en el Serotp generan mayores ingresos
A partir de febrero del presente año, el Concejo Municipal de Pastaza reformó la ordenanza que regula el Sistema de Estacionamiento Rotativo Ordenado y Tarifado de Puyo (Serotp), luego de que se hubieran detectado algunas falencias en el sistema.
Entre los cambios implementados están la incorporación de más cuadras; la aplicación en el sector del Centro Agrícola durante los fines de semana, y la desvinculación de personal que antes eran empleados municipales y que hoy son distribuidores de las tarjetas de parqueo.
El proyecto arrancó con 18 empleados que eran parte del rol de pagos del Municipio de Pastaza y percibían el sueldo básico más beneficios de ley. “Lamentablemente, esas personas no cumplieron con responsabilidad su trabajo y por aquello decidimos cambiar de modalidad”, señaló Fernando Fierro, administrador del sistema.
Por ello, al término del año 2012, quienes se encuentran al frente del esquema, decidieron desvincular a quienes laboraban vendiendo las tarjetas y licitaron para que aquellos que deseaban trabajar lo hagan tan solo como distribuidores de tarjetas, ganando un porcentaje por cada documento vendido y sin que haya compromiso laboral alguno con la municipalidad.
El Serotp registra un incremento en los ingresos económicos con un promedio de 15 mil dólares al mes
Actualmente trabajan así 31 distribuidores, quienes cubren 56 cuadras del centro urbano de Puyo. Ellos obtienen una ganancia del 43% de cada tarjeta, la que cuesta 35 centavos de dólar (es decir 15 centavos). Pero no cuentan con Seguro Social ni los beneficios que la ley faculta a un trabajador. “Si alguno de ellos se esfuerza, vende al menos 130 tarjetas al día y mensualmente obtienen una ganancia de 450 dólares al mes”, refirió Fierro.
El Municipio, según lo dispone la ordenanza, cada seis meses hará la dotación de uniformes y varios artículos que necesitan los distribuidores en su trabajo.
Pero pese a todos los cambios, la ciudadanía ha expresado en reiteradas ocasiones quejas, debido a que en algunas cuadras, los distribuidores desaparecen y no pueden adquirir la tarjeta, por lo que a su retorno el automotor está inmovilizado, debiendo cancelar una multa de diez dólares.
Fierro respondió que el usuario está obligado a buscar al distribuidor y colocar la tarjeta; caso contrario, la ordenanza dispone que se coloque el candado al vehículo.