Los barrios del sur optan por la gastronomía
“Quien viene a Ambato y desea comer bien debe ir a los barrios del sur a degustar los platos típicos de Tungurahua y la amplia tradición gastronómica que tiene la tierra de las flores y de las frutas”.
Esta frase corresponde a Miguel Cevallos, uno de los 20 emprendedores que hace 30 años decidieron dar un giro a su actividad económica en el barrio Terremoto y sus alrededores. Con ella se refiere a la tradición culinaria que desde 1980 nació en este barrio de la ciudad.
Allí existen alrededor de 30 comedores de platos como chinchulines, llapingachos, papas con cuero, caldo de 31, caldos de gallina, morcillas, gallina y carne asada, librillo, guatita, morocho con humas, empanadas y tamales, entre otros.
Cambio de actividad
En una sección de esta extensa zona caracterizada por tierras muy fértiles donde hasta ahora existen huertos de frutas propias de la urbe, tales como manzana, claudia, capulí, durazno, pera, abridor, entre otras; algunos campesinos decidieron cambiar la agricultura y ganadería por la preparación de alimentos. “El cultivo de hortalizas siempre ha sido la actividad predominante en esta área, de hecho de aquí sale gran parte de la fruta que año tras año decora los carros alegóricos de la Fiesta de las Flores y de las Frutas”, explicó.
La razón por la cual algunos granjeros decidieron emprender en el negocio gastronómico, explicó, es porque a lo largo de la vía que pasa por nuestras propiedades y que sirve como conexión entre Ambato y Pelileo, Baños y el Oriente ecuatoriano, en ese entonces no existía ni un paradero que ofrezca a los viajeros la oportunidad de comer algo nutritivo y descansar del largo trayecto”, señaló Clara Solís, propietaria del restaurante La Esquina del Sabor.
Desarrollo gastronómico
Desde ese entonces uno tras otro los salones fueron abriendo sus puertas con diferentes especialidades culinarias, pero con una que se repite en los menús de todos ellos: los chinchulines.
Este plato que contiene trozos de intestino de vaca asados, papas enteras y salsa de maní, hizo famoso a los restaurantes del lugar. Lo recomendable para los turistas, de acuerdo a los dueños de los locales, es recorrer la ‘ruta del sabor’, que inicia en los comedores de Terremoto, donde se puede consumir chinchulines, ubre de res, carnes asadas, librillo y otros platos fuertes. A continuación los visitantes deben avanzar 2 kilómetros más adelante hasta Totoras donde hay oferta de bebidas dulces, tales como morochos, horchatas y chocolates acompañados de humitas, arepas o tamales, a modo de postre.
El precio tanto de los platos fuertes como de las bebidas dulces calientes es de $ 1,50.
La mayoría de los restaurantes, picanterías, salones y comedores de este lugar abren sus puertas a las 16:00 y atienden hasta las 22:00.
Los lugareños acuden masivamente a los comedores los fines de semana y feriados.