La persistencia de las lluvias en la provincia de Pastaza  afecta a la parroquia Canelos y a sus  comunidades Jaime Roldós, Morete Cocha, Chontoa, así como a las vías secundarias que dan acceso a esas zonas.

Luego de la inspección realizada por la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos Pastaza (SNGR), el tramo vial de aproximadamente 60 kilómetros que une a Puyo con la parroquia Canelos presenta varios deslizamientos de tierra, pues existe fragilidad de las terrazas sobre los taludes; todo esto dificulta la circulación vehicular, obstaculizando la salida de los productos de la zona a los mercados locales.

Para Enrique Meza, director de la SNGR Pastaza, los daños en ese sector se deben principalmente a la existencia de ojos de agua y filtraciones que provoca la fragilidad de las bases y por ende, los deslizamientos.

En comunidades como Chontoa y Morete Cocha se aprecian asentamiento del suelo, deslizamientos, debilitamiento de taludes, inundaciones, resquebrajamientos y fisuras de las viviendas, perjudicando y manteniendo en zozobra aproximadamente a 1.500 personas.

DATOS

Los siete meses de lluvias que se registran en la provincia de Pastaza han provocado  deslaves, inundaciones,  desplome de viviendas, puentes destruidos, vuelos hacia el interior de la selva suspendidos, cientos de personas afectadas y dos personas fallecidas.

En el sector del cantón Santa Clara, por ejemplo, las lluvias provocaron el debilitamiento de las bases e inclinación del costado derecho del puente Piatúa.

Por ello, más de 600 personas quedaron aisladas en un costado del río por más de 15 días, tiempo que tomó la reparación de la estructura.Así mismo, en el sector Jaime Roldós, la SNGR ha detectado daños en algunos puentes peatonales, lo que afecta aproximadamente a 15 comunidades y a más de 600 personas. Durante la visita al lugar, los técnicos recomendaron a los habitantes de las zonas cercanas que no circularan por los pasos, para evitar situaciones lamentables.

Los daños en los puentes de esta zona son diversos. Así, el que está ubicado sobre el río Puyo y que comunica con la comunidad Chorreras, presenta problemas en toda su estructura, por lo que se recomienda es construir otro.

Sobre el río Bobonaza, las pilastras del paso que conecta a la comunidad Renacer Amazónico, están deterioradas, lo que causa peligro para la circulación peatonal.

En tanto, para acceder a la comunidad Doce de Mayo se utiliza el puente que sortea el río Ishcayacu, el mismo que presenta  daños en sus bases; además, no cuenta con accesos ni de entrada ni de salida.

La existencia de estos inconvenientes en las estructuras ha conllevado a que la SNGR recomiende al Municipio y al Gobierno Provincial de Pastaza, declarar a la zona  en estado de emergencia, ya que las dificultades se han ido acrecentando.

Mientras que en el sector de Guapuno existe un sinnúmero de fallas geológicas, por lo que los técnicos han recomendado efectuar un estudio técnico de la zona para confirmar la necesidad de construir un tramo vial de aproximadamente 5 kilómetros y la instalación de tres alcantarillas. La vía podría partir desde la parroquia El Triunfo y llegar a Jaime Roldós, lo que evitaría la reparación de uno de los puentes.

Igualmente, en la carretera principal hacia el cantón Santa Clara,  la SNGR  ha detectado la presencia de 32 deslizamientos ligeros en estos últimos días. No obstante, fue necesario el uso de maquinaria de varias instituciones para lograr habilitar la ruta.

Al momento, la entidad espera la respuesta de las autoridades de las entidades seccionales acerca del pedido de declaratoria de emergencia, lo que facilitará el empleo de maquinaria y la movilidad de recursos económicos para las reparaciones de los daños.

El director provincial de la entidad recordó que, de acuerdo con lo que establece el Código Orgánico Territorial, de  Autonomía y  Descentralización (Cootad), la construcción y mantenimiento de puentes y vías secundarias es responsabilidad de las prefecturas.

Otro de los perjuicios que  provocan las precipitaciones es la suspensión de los vuelos desde y hacia el interior de la provincia, por lo que las 15 operadoras aéreas ya sienten las pérdidas económicas.

David Montero, director de la empresa Alas de Socorro, manifestó que los ocho vuelos diarios que se realizan normalmente, se han reducido a tres.