Después de la tormenta del fin de semana, los habitantes de Calhua Grande, población ubicada a 40 minutos al nororiente de Ambato, aún se mantienen en alerta. Las lluvias continúan cayendo en el poblado y un muro de contención cerca de la iglesia, está en riesgo de caer sobre 3 casas más.
Olga Muso, presidenta del Cabildo (grupo de líderes comunitarios), manifiesta que los moradores viven con miedo.  

“No es normal lo que está pasando con el clima, ya que toda la vida ha llovido fuerte en esta zona y nunca se presentaron estos daños en casas y sembríos. Nos hemos quedado traumatizados por el deslave del sábado. A la mínima señal de un  trueno o relámpago, nos asustamos”, dijo Muso.

El aguacero registrado en Ambato la tarde del lunes congregó a un gran número de lugareños en la plaza central de la comunidad, por el temor de que se repita la tormenta.

Producto de esa precipitación, las carreteras que conectan a las comunidades Calhua Grande, Calhua Chico, Pondoa y Constantino Fernández con la parroquia Martínez presentan, en ciertas zonas, gran cantidad de piedras, lodo y tierra.

Milton Eliécer Bombón es otro de los afectados que esperan el fin de los aguaceros. Él se dedica a las faenas agrícolas y ganaderas.

“Si esto sigue así, perderemos las demás viviendas, nuestra producción agrícola y los animalitos”, aseguró el comunero.

Entre tanto, un muro de 3 metros de altura y que hace 3 días cayó parcialmente sobre una casa, amenaza con desplomarse del todo y afectar a otras 3 familias.

“Queremos que la maquinaria del Municipio o del Gobierno Provincial nos ayude con el retiro de esta pared que quedó a medio caer y que puede matar a los  vecinos”, argumentó Luis Chachipanta.

Falta de servicios básicos

Esta comunidad de aproximadamente 1.000 habitantes y que está ubicada a más de 3.200 metros sobre el nivel del mar, no tiene todos los servicios básicos.

Si bien cuentan con energía eléctrica y  agua entubada, los moradores solicitan a las autoridades implementar el servicio de alcantarillado,  telefonía y la potabilización del líquido que reciben de una vertiente situada en la parte superior del poblado.

Llega la ayuda

Después de un recorrido y evaluación por parte de funcionarios del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES),  la mañana de ayer se entregó ayuda a los afectados.

“Hemos traído algunos enseres, colchones y alimentos para 6 familias”, explicó Luis Criollo, director distrital de la cartera de Estado.

Óscar Vásquez, director provincial encargado del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), en Tungurahua, manifestó que el costo por reparación de las casas dañadas es más alto que la reconstrucción total.

Por este  motivo se baraja la posibilidad de efectuar construcciones nuevas, siempre y cuando los dueños cuenten con las escrituras de las edificaciones afectadas por los deslaves causados por la fuerte granizada del fin de semana.